Estados Unidos refuerza su presencia en Japón con un cuartel de guerra para hacer frente a la amenaza china

El secretario de Defensa, Pete Hegseth, anunció desde Tokio el establecimiento de un “cuartel general de guerra” en Japón, en respuesta a la posibilidad de un conflicto con China.

Durante una conferencia de prensa conjunta con su homólogo japonés, el general Nakatani, Hegseth subrayó que la nueva estrategia militar de Washington busca disuadir las "acciones agresivas y coercitivas" de Pekín. Además, destacó la importancia de "mantener al enemigo en vilo" y generar "dilemas estratégicos" para fortalecer la seguridad regional.

Planes de mejora y producción de armamento

Como parte de esta estrategia, se ha puesto en marcha un plan de mejora de las fuerzas estadounidenses en Japón, que incluye la creación de un Cuartel General de Fuerza Conjunta.

"Esta mejora fortalecerá nuestra capacidad de coordinar operaciones con el Comando de Operaciones Conjuntas de Japón, que celebró su establecimiento la semana pasada. Esto permitirá una mayor cooperación en tiempo real, mejor preparación ante crisis y apoyo más eficaz a las fuerzas japonesas en la defensa de su territorio", explicó Hegseth.

Los Gobiernos de Estados Unidos y Japón también acordaron acelerar el desarrollo conjunto de sistemas de armamento avanzados, incluyendo misiles aire-aire de alcance medio y misiles tierra-aire SM-6, con el objetivo de reforzar sus capacidades defensivas. Asimismo, ambos países trabajarán en la mejora del mantenimiento de buques y aeronaves estadounidenses en Japón para fortalecer la cooperación industrial.

Japón, que alberga a más de 50.000 soldados estadounidenses, ha tomado medidas significativas para robustecer su postura de defensa. La reciente creación de su Comando de Operaciones Conjuntas busca optimizar la coordinación entre sus fuerzas terrestres, marítimas y aéreas, permitiendo una respuesta más ágil ante eventuales crisis en la región.

Tensiones con China y el contexto regional

Las crecientes preocupaciones por las ambiciones territoriales de China en el Mar de China Oriental y la posibilidad de una anexión de Taiwán han llevado a Washington y Tokio a reforzar su cooperación militar. Bajo la Ley de Relaciones con Taiwán de 1979, Estados Unidos mantiene el compromiso de suministrar armamento a la isla para disuadir cualquier agresión china, una política que ha generado constantes fricciones con Pekín.