Los fiscales piden el aplazamiento indefinido del juicio por el segundo intento de asesinato de Trump

Los fiscales federales pidieron al juez que se retrase indefinidamente el juicio en el caso sobre el intento de asesinato contra Donald Trump. Los abogados alegan que les ha llegado una gran cantidad de evidencia sobre el hecho desde que las autoridades arrestaron a Ryan Routh, el sospechoso del segundo intento de asesinato contra el expresidente.

Durante una presentación ante la Justicia, los fiscales pidieron a la jueza de distrito de Florida, Aileen Cannon, que designe oficialmente el caso de Routh como complejo.

“El Gobierno ha trabajado diligentemente desde el 15 de septiembre para investigar el incidente. Durante las últimas dos semanas, Estados Unidos ha entrevistado a cientos de testigos”, dice el documento legal obtenido por medios como Fox News.

En ese sentido, los fiscales también resaltaron que el Gobierno ha “ejecutado 13 órdenes de allanamiento en Florida, Hawai y Carolina del Norte, y ha confiscado cientos de elementos de prueba, incluidos varios dispositivos electrónicos”.

“Todos los videos, imágenes fijas, archivos de texto y archivos de audio constituyen aproximadamente 4.000 terabytes (4 millones de gigabytes) de revisión digital para completarse”, añade el documento.

De igual manera, los fiscales señalaron que el Buró de Investigaciones (FBI) sigue realizando pruebas forenses sobre la evidencia, incluidas pruebas balísticas y comparaciones de huellas dactilares y ADN.

La petición de los fiscales, con la que estuvieron de acuerdos los abogados de Routh, se conocen días después de que el acusado, Ryan Routh, se declarara no culpable de intentar asesinar al candidato presidencial en los alrededores del campo de golf del expresidente en West Palm Beach.

Su abogada, Kristy Militello, anunció que su cliente se declara no culpable de los cinco cargos a los que se enfrenta durante una audiencia que duró apenas unos minutos en el tribunal federal de West Palm Beach, Florida.

Routh, de 58 años, fue detenido el 15 de septiembre, poco después de estar oculto entre matorrales del vallado del en un campo de golf donde jugaba el expresidente Trump, armado con un rifle de tipo AK-47.