El senador demócrata Robert Menendez, enjuiciado por corrupción, se registró para su reelección como independiente en un movimiento que amenaza el control del Senado que tiene el Partido Demócrata.

Tras el escándalo en el que se vio envuelto y que derivó en un proceso judicial, Menendez se negó a renunciar y los demócratas presentaron a otro candidato para su escaño. Ahora, tras conseguir las firmas necesarias para registrar su candidatura y hacerla efectiva en las últimas horas; el enfrentamiento puede dividir a los votantes demócratas en el bastión de Nueva Jersey en favor de un candidato republicano.

El senador, acusado de extorsión, obstrucción de la justicia y de aceptar sobornos para hacer favores a empresarios con conexiones en Egipto y Qatar, se inscribió para presentarse con el lema de partido "Menendez para el Senado". El político, de 70 años, consiguió 2.465 firmas para su candidatura independiente, más de las 800 necesarias, de acuerdo con la lista de candidatos del estado.

El Partido Demócrata de Joe Biden goza de una escasa mayoría en el Senado (51-49), con 10 escaños republicanos y 23 demócratas en juego, incluido el de Menendez en Nueva Jersey.

El senador, aún en su puesto, era el presidente del influyente comité de Asuntos Exteriores hasta que se presentaron los cargos en su contra el pasado mes de septiembre. El juicio se desarrolla a cargo de una corte federal de Manhattan junto a dos empresarios: Wael Hana, estadounidense originario de Egipto, y Fred Daibes, un promotor inmobiliario. Un tercer empresario, el corredor de seguros Jose Uribe, se declaró culpable de cargos de soborno en marzo y ha estado colaborando con la justicia.

Por otro lado, la esposa del senador, Nadine Menendez, de 57 años, será juzgada por separado en julio. La defensa del Senador ya intentó cargar a Nadine Menendez con la culpa de los actos presuntamente cometidos por su marido.

Senador desde 2006 y antes representante de la Cámara de Representantes por 14 años, Menendez, cuyos padres emigraron de Cuba a Estados Unidos, ha sido un pilar demócrata en el Congreso en las últimas tres décadas. Ahora, los cargos más graves a los que se enfrenta pueden tener una pena de hasta 20 años de prisión.