El Tren de Aragua, la banda criminal financiada por el régimen de Maduro

El Tren de Aragua se ha copado las portadas de los medios en las últimas semanas en Estados Unidos. Desafortunadamente, se ha convertido en la marca de la migración venezolana fuera de las fronteras. La campaña de Trump en cuanto a la inmigración ilegal giró, en gran parte, en torno al Tren de Aragua; pero, ¿qué es realmente esta organización?

El experto en seguridad y exteniente coronel venezolano, José Gustavo Arocha, explica en varias entrevistas que el Tren de Aragua fue creado por el régimen chavista, luego alimentado y finalmente exportado.

"El verdadero jefe del Tren de Aragua está en Caracas. Es el régimen de Maduro. Ellos crearon al Tren y lo usan como herramienta de chantaje", le dijo Arocha a Fox News.

Según Arocha, el Tren de Aragua "'es una organización del régimen de Maduro, patrocinada por el Estado', formada y entrenada por el Gobierno venezolano para sembrar caos, la violencia y la discordia en todo el hemisferio Occidental", se lee en Fox News.

Esto es clave. Hay que entender de dónde surge el Tren de Aragua. Esta banda criminal, como muchas otras, nacieron como grupos políticos de choque, organizadas por el entonces Gobierno de Hugo Chávez en Venezuela, para servir como fuerza para-estatal. 

El régimen las armó, les permitió el control de las cárceles y luego se les salió de las manos. El Tren de Aragua, de la región central del estado Aragua, donde gobernaba el chavista Tareck El Aissami, devino de pequeña organización política para-estatal a convertirse en una seria organización criminal, protegida por el Estado.

Con las olas migratorias de Venezuela, producto de la fuerte crisis humanitaria, los integrantes del Tren de Aragua salieron del país y se dispersaron por todo el continente. Hoy por hoy son una organización fuertemente armada, coordinada y vinculada al régimen de Maduro.

Nicolás Maduro ha tratado de distanciarse del Tren de Aragua. De hecho, su canciller, Yvan Gil, dijo en una rueda de prensa junto al canciller colombiano Luis Gilberto Murillo que "el Tren de Aragua es una ficción creada por la mediática internacional para tratar de crear una etiqueta inexistente".

No obstante, desde que Trump empezó a mencionar al Tren de Aragua como un problema prioritario en Estados Unidos y, sobre todo, luego de que ganara la Presidencia, Maduro empezó a reconocer la existencia de la banda criminal, pero, no solo sin reconocer su responsabilidad en su creación y expansión, sino trasladando la responsabilidad a sus adversarios.

En diciembre del año pasado, Maduro acusó sin prueba alguna al opositor venezolano Leopoldo López y a otro grupo de dirigentes opositores de estar detrás del Tren de Aragua. En varias ocasiones Maduro se puso a disposición del Gobierno de Estados Unidos para ayudar al combate de la banda criminal. 

Es claro que Maduro quiere evitar la asociación con el Tren de Aragua y, más aún, espera que la existencia de la banda criminal en Estados Unidos le dé recursos para acercarse a la futura administración de Donald Trump. Sin embargo, considerar a Maduro como un aliado en el combate contra el Tren de Aragua sería como ver a Alí Jamenei como un aliado en el combate contra Hamás o Hezbolá.