EEUU amplía las sanciones petroleras contra Irán en respuesta a los ataques contra Israel

Este viernes, la Administración Biden anunció una nueva serie de sanciones dirigidas a las exportaciones de petróleo iraní, en respuesta al reciente ataque con misiles que Teherán lanzó contra Israel. Este ataque ha llevado a Washington a intensificar la presión económica sobre Irán, apuntando a sus ingresos por ventas de energía, una fuente clave para financiar actividades desestabilizadoras en Oriente Medio.

El Departamento del Tesoro de EEUU, encargado de implementar las medidas, explicó que las sanciones afectarán a una "porción significativa" de la flota de petroleros iraníes que transportan crudo de manera ilícita. Estas sanciones buscan limitar la capacidad de Irán de utilizar sus ingresos energéticos para financiar proyectos como el desarrollo de su programa nuclear, la proliferación de misiles balísticos y drones, y el apoyo a grupos terroristas en la región.

“Las sanciones de hoy apuntan a los esfuerzos iraníes por canalizar los ingresos de su industria energética para financiar actividades letales y disruptivas, incluido el desarrollo de su programa nuclear, la proliferación de misiles balísticos y vehículos aéreos no tripulados y el apoyo a agentes terroristas regionales, con consecuencias peligrosas para la región y el mundo”, indica el comunicado del Departamento del Tesoro.

Nuevas entidades y buques en la lista de sanciones

Además, la Oficina de Control de Activos Extranjeros (OFAC) de EEUU designó a 10 nuevas entidades involucradas en el transporte y comercio de petróleo iraní, e identificó a 17 buques como propiedad bloqueada. Estas designaciones refuerzan el esfuerzo por cerrar las rutas ilícitas de exportación que han permitido a Irán continuar vendiendo petróleo, a pesar de las sanciones anteriores.

Implicaciones de las sanciones

Las sanciones anunciadas no solo afectan a entidades designadas, sino también a cualquier empresa o persona que posea más del 50% de acciones en dichas entidades. En la práctica, esto significa que todos los bienes de estos objetivos en territorio estadounidense o bajo control de personas estadounidenses serán bloqueados, y cualquier transacción con ellos queda prohibida.

Además, cualquier individuo o entidad, tanto dentro como fuera de Estados Unidos, que participe en transacciones con las personas sancionadas corre el riesgo de ser castigado. Las instituciones financieras extranjeras que faciliten conscientemente estas transacciones también podrían enfrentarse a sanciones estadounidenses.

Críticas y peticiones de medidas más severas

Aunque la Administración Biden ha impuesto numerosas sanciones a Irán desde su llegada al poder, varios crítico han solicitado acciones más contundentes, resaltando que las exportaciones de crudo iraní, especialmente a China, han permitido a Teherán sostener su debilitada economía desde la retirada de Estados Unidos del acuerdo nuclear en 2018.

El comercio con China ha sido una de las principales fuentes de ingresos para Irán, lo que ha generado llamados a un mayor control sobre las exportaciones de petróleo a ese país, clave para la estabilidad económica del régimen iraní.

Estados Unidos reafirma su compromiso de debilitar a Irán

El secretario de Estado, Antony Blinken, declaró que Estados Unidos sigue decidido a debilitar los ingresos de Irán destinados a financiar ataques contra sus aliados y apoyar actividades terroristas en la región. “Mientras Irán utilice sus ingresos energéticos para financiar estas actividades malignas, continuaremos utilizando todas las herramientas a nuestra disposición para exigirle cuentas”, afirmó Blinken.

Escalada de tensiones con Israel

Las tensiones entre Irán e Israel han aumentado tras el ataque con misiles balísticos lanzado por Teherán el 1 de octubre, en represalia por la muerte de altos mandos de grupos como Hezbolá y Hamás. Aunque los daños del ataque fueron limitados gracias a los sistemas de defensa aérea de Israel y sus aliados, este incidente ha elevado el nivel de conflicto en la región, poniendo a prueba los esfuerzos diplomáticos y militares para contener la situación.