En un domingo de infarto en el Abierto de Estados Unidos, Bryson DeChambeau se alzó con la victoria tras superar, por tan solo un golpe, al norirlandés Rory Mcllroy, quien se quedó a las puertas de una remontada épica en el Día del Padre.

La jornada fue intensa, caótica y cerrada desde el inicio. En el trazado de Pinehurst, en Carolina del Norte, DeChambeau se encontró rápidamente en apuros luego de que Mclloy borrara la ventaja de tres golpes con la que el número 38 del ranking había comenzado el día desde la cima de la clasificación.

Sin embargo, en el hoyo 18, luego de que McIlroy fallara un putt corto vital, DeChambeau logró concretar su triunfo.

El estadounidense se vio nuevamente en problemas tras conectar un drive a la izquierda que lo dejó debajo de un árbol, con una ventaja de un solo golpe. Sin embargo, un espectacular medio swing lo llevó a un bunker a 55 yardas del hoyo, posición desde donde logró colocar la bola a cuatro pies del pin con otro golpeo brillante.

Ya estando a escasos centímetros del hoyo, DeChambeau conectó un putt corto y preciso para la victoria con un -6. El estadounidense celebró por todo lo alto, con un grito desde el fondo del alma antes de saludar a la multitud que lo había apoyado durante gran parte del día.

“Uno de los mejores momentos de mi vida”, escribió DeChambeau sobre su histórico golpe, que lo llevó a ganar su segundo Abierto de Estados Unidos tras su primera consagración en 2020.

Esta segunda victoria de DeChambeau tiene un significado especial para él, ya que Pinehurst es el lugar donde su héroe, Payne Stewart, ganó el major hace 25 años.

Esta victoria puso a DeChambeau en un selecto grupo de golfistas que ganaron múltiples U.S. Opens antes de los 30 años, uniéndose a Jack Nicklaus, Ernie Els, Tiger Woods y Brooks Koepka.

De premio, el estadounidense además se cheque más alto en la historia de los grandes: 4,3 millones de dólares.