Dimite Humza Yousaf, primer ministro woke de Escocia
Musulmán, hijo de inmigrantes paquistaníes y conocido por sus discursos antiblanco, se ve obligado a dejar el cargo.
El primer ministro principal de Escocia, el separatista y antiblanco musulmán de extrema izquierda Humza Yousaf anunció que dejará el puesto tan pronto como el Partido Nacionalista Escocés (SNP, por sus siglas en inglés) nombre un sustituto. Yousaf, que agudizó la deriva woke de su formación, renuncia tras la ruptura de la coalición de Gobierno con los Verdes y antes de afrontar en minoría dos mociones de no confianza en el Parlamento.
Una situación política insostenible para Escocia
Apenas 13 meses después de sustituir a Nicola Sturgeon al frente del Gobierno, Yousaf compareció ante los medios para anunciar su adiós tras un fin de semana de reflexión. Aunque en un primer momento tras romper la coalición señaló que no pensaba dimitir, la presión y el aislamiento del partido para poder seguir en el poder en minoría le hicieron dar un paso atrás.
El discurso de la raza incluso en su adiós
Hijo de inmigrantes paquistaníes, Yousaf, conocido por su discurso crítico contra la supuesta supremacía blanca en Occidente, evidente según él en los puestos de responsabilidad, sobre todo en Escocia, volvió a referirse a la raza en su despedida: "Las personas que se parecían a mí no ocupaban puestos de influencia política y mucho menos dirigían gobiernos cuando yo era más joven. Ahora vivimos en un Reino Unido que tiene un primer ministro británico hindú, un alcalde musulmán de Londres, un primer ministro galés negro y, durante un tiempo más, un primer ministro escocés asiático".
El Partido Laborista mantiene la moción de no confianza pese a la renuncia
Sin embargo, su renuncia no hace que el Partido Laborista retire la moción de no confianza presentada contra él. Su líder, Anas Sarwar, dijo que Escocia se enfrenta a "los mayores retos desde la devolución, pero ahora tiene un gobierno del SNP disfuncional, caótico y dividido", por lo que "no pueden imponer a Escocia otro primer ministro elegido en un acuerdo de trastienda y no en las urnas: el pueblo de Escocia debe decidir quién dirige nuestro país. Debe haber elecciones: es hora de cambiar".
Por su parte, el secretario para Escocia del Gobierno británico, Alister Jack, aseguró que la dimisión de Yousaf era lo adecuado, lamentando que "el liderazgo de Humza Yousaf ha ido de crisis en crisis desde el principio y no ha podido ganarse la confianza del Parlamento escocés. Escocia necesita ahora un gobierno escocés estable, que funcione y se centre en los asuntos que más importan a la gente: arreglar los servicios públicos y hacer crecer la economía".