Se trata de un párroco de la República Checa que asegura que llevaba, entre otros objetos, una pistola de aire comprimido para "defensa personal".
El pontífice reflexiona en su recién publicada autobiografía sobre la Iglesia Católica, su relación con la dictadura argentina y define el aborto como "un asesinato" perpetrado por "sicarios".
"El que tiene el coraje de izar la bandera blanca para negociar es más fuerte", expresó el sumo pontífice.
A pesar de las declaraciones previas del libertario contra el jefe de la Iglesia católica, el primer careo entre ambos se caracterizó por una inesperada calidez que pareció cerrar viejas cicatrices.
La máxima autoridad del catolicismo afirmó que todas las personas merecen la bendición, a pesar de sus pecados.
