De un líder de la Mara Salvatrucha a un capo de los Westies: los compañeros de Bob Menendez en prisión

Llegó a ser uno de los congresistas más influyentes gracias, en gran parte, a sus orígenes hispanos, con los que atraía a la comunidad a votar al Partido Demócrata. Sin embargo, detrás de esa figura política tan relevante se escondía una personalidad corrompida, tal y como certificó la Justicia. Tras años de investigación, pesquisas, testimonios y declaraciones, Bob Menendez ya se encuentra entre rejas.

El exsenador por Nueva Jersey, con una dilatada trayectoria legislativa -tanto a escala local como estatal y federal- ingresó en la Institución Correccional Federal Schuylkill (FCI Schuylkill), ubicada en la localidad de Minersville (Pensilvania), para cumplir con su condena de 11 años por corrupción.

En su nuevo hogar, Menendez compartirá conversaciones e instalaciones con un total de 1.209 presos, algunos de ellos condenados de por vida por incurrir en los delitos más graves habidos y por haber: asesinos, ladrones o líderes de afamadas organizaciones criminales.

Líderes de la mafia o la Mara Salvatrucha, entre otros

El primero que le espera en el FCI Schuylkill es James Coonan. Apodado como Jimmy C, fue el líder de la extinta mafia irlandesa-estadounidense de los Westies, que operaba desde el barrio neoyorquino de Hell's Kitchen. Entre las diferentes actividades criminales que llevaban a cabo se encontraban las de asesinato, extorsión, robo, secuestro y narcotráfico.

En 1988, Coonan fue condenado a 75 años de prisión por cometer siete asesinatos y otros delitos como extorsión, narcotráfico y juego ilegal. No obstante, quedará en libertad el 1 de junio de 2030, mientras que quedará exento de cargos el 17 de noviembre de 2061.

Otro de los presos con los que coincidirá es José Adán Martínez Castro. Fue condenado en 2018 a 235 meses de prisión por ser uno de los máximos dirigentes de la organización terrorista Mara Salvatrucha -designada así por la Administración Trump-.

Era uno de los encargados de dirigir las operaciones de la pandilla salvadoreña en la costa este, concretamente desde Boston, Massachusetts.

En la lista de presos en el FCI Schuylkill también aparece el nombre de Gurmeet Singh Dhinsa. En su caso, fue condenado a cadena perpetua por 29 cargos relacionados con crimen organizado, asesinato, posesión ilegal de armas, secuestro e intimidación de testigos.