Alvin Bragg, el fiscal que acusó a Trump, ganó la nominación demócrata para el distrito de Manhattan

El actual fiscal del distrito de Manhattan, Alvin L. Bragg, quien acusó al presidente estadounidense Donald Trump de falsificar registros comerciales en el caso de la actriz porno Stormy Daniels en el 2024, cuando aún era candidato, ganó este martes la contienda por la nominación demócrata para fiscal del mismo distrito, encontrándose de esta forma a las puertas de de ser reelecto. En este evento electoral, el fiscal de 51 años, quien ha sido descrito en numerosas ocasiones como un radical, venció a Patrick Timmins, un litigante civil que trabajó en la oficina del fiscal del distrito del Bronx a finales de los años 90, y quien llegó a afirmar que su principal motivo para postularse era ofrecer una opción de cambio a aquellos habitantes de Manhattan que sentían que la inseguridad era el principal problema a resolver.

De esta forma, el fiscal de 51 años pasará a las elecciones generales para enfrentarse a la independiente Diana Florence, quien es una veterana de la oficina del fiscal que se opuso a Bragg en el 2021, y a la republicana Maud Maron, quien es una activista autodefinida como “exliberal”. Dichas figuras políticas han llegado a comentar en varias ocasiones que, de resultar Bragg el ganador de la contienda por la nominación demócrata, las elecciones generales pasarán a ser un referéndum sobre su historial.

Un fiscal extremista

De acuerdo a varios expertos, Bragg forma parte de una ola de fiscales de tendencia progresista que prometieron reformar la justicia penal con enfoques que muchos han calificado como extremistas al tratar de encontrar alternativas al enjuiciamiento. Tanto el fiscal de 51 años como otros que siguen sus mismas ideas han sido duramente criticados en los últimos años tras el brutal aumento de la delincuencia durante la pandemia, siendo tachados de indulgentes.

Cuando se postuló inicialmente en el 2021, Bragg contaba con un perfil bajo, al haber sido simplemente un fiscal federal con experiencia en la oficina del fiscal general del estado, donde llegó a dirigir una unidad encargada de investigar el asesinato de civiles desarmados por parte de la policía. Varios medios de comunicación destacaron que el atractivo de Bragg a nivel electoral era su historia personal, al tratarse de un afroamericano que creció en las profundidades de Harlem, en una terrible época en la que el acoso policial y los altos índices de criminalidad eran el denominador común de cada día.