JD Vance, cancelado por la cadena Primanti Bros, aprovecha para defender a los negocios americanos

El sábado por la tarde un grupo de admiradores esperaban conocer al candidato a vicepresidente JD Vance en un local de Primanti Brothers, pero los managers prohibieron la entrada del republicano en un episodio que rápidamente se volvió viral.

Lejos de ofuscarse, el senador por Ohio pagó la cuenta de sus seguidores, con quienes se reunió fuera del local. "Es un gran negocio local, sigamos apoyándolo", dijo tras saldar la cuenta de quienes habían ido a saludarlo y aprovechó para promover una de las promesas económicas de su campaña: "Por supuesto cuando di una buena propina dije, 'Saquémosle el impuesto a las propinas'". 

Sorpresa, indignación y pedidos de boicot 

"JD Vance está vetado en Primanti Brothers". Así explica, teléfono en mano, Sean Logue, presidente del GOP del Condado de Washington, durante el inusual sábado en un local de North Versailles, Pennsylvania, que inmediatamente se convirtió en uno de los temas más virales en esta etapa de las elecciones presidenciales 2024.

En aquel primer video de los cinco que subió Logue, se puede ver a una multitud de personas, cien según algunos reportes, de distintas edades, esperando dentro del local. Fuera, una SUV negra, rodeada de agentes del Servicio Secreto. "Si JD Vance pone un pie dentro de Primanti Brothers, llamarán a la policía", dice el abogado de Pittsburgh, mientras explica que dentro del vehículo espera el candidato a vicepresidente. "Hemos sido expulsados de Primanti Brothers". 

Al entender que el senador de Ohio no iba a poder ingresar, los simpatizantes cancelaron sus órdenes de comida. Luego salieron a la acera, donde finalmente se encontraron con Vance. 

"Permitieron a Kamala Harris entrar allí, hacer fotos, así que ¿por qué Primati Brothers no nos dejaría hacer fotos aquí?", pregunta, indignada, una de las simpatizantes republicanas en una grabación de Logue. Que Harris haya celebrado un evento en Primanti Bros. hace semanas ayudó a avivar la polémica en redes, sobre todo porque entonces circularon denuncias de que el equipo demócrata había echado a un grupo de comensales para preparar la llegada de la vicepresidente, y que al evento habían asistido actores pagos. 

Incluso hubo pedidos de boicot. La Italian American Civil Rights League acusó al restaurante de deshonrar la hospitalidad característica de la comunidad italo-estadounidense. "Es solo el último de una serie de esfuerzos de exclusión por parte de conglomerados corporativos para intimidar o amenazar a amigos y empleados del presidente Trump simplemente por creencias políticas", publicó en un comunicado en que recordó que, hace poco, Red Hen negó servicio a Sarah Huckabee Sanders. "Sono una vergonia, son una desgracia!", dijo su presidente antes de invitar a Vance a una "cena auténticamente italo-americana".

JD Vance quita hierro a la polémica

La cadena oriunda de Pittsburgh publicó un comunicado asegurando que sus puertas "están abiertas a todos los clientes que deseen cenar con nosotros", y que en los últimos 90 años habían recibido a políticos de ambos partidos.

Asimismo, describió el suceso como "una confusión momentánea de nuestro personal". Y sostuvo que la visita se había producido "sin previo aviso", idea que Logue descartó en sus videos asegurando que el local había abierto temprano adrede y diciendo, varias veces, que había sido planeado.

El candidato a vicepresidente republicano buscó no incendiar más los ánimos hacia la cadena y dijo que había sido un malentendido producido por los nervios de la manager, sorprendida por la cantidad de gente. "Está bien, no se lo tengan en cuenta, sólo se puso un poco nerviosa", dijo Vance a los simpatizantes congregados afuera del establecimiento.