Atentado contra Trump: la directora del Servicio Secreto dice que seguirá en el cargo pese a reconocer que la falla en la seguridad fue su responsabilidad

La directora del Servicio Secreto de Estados Unidos, Kimberly Cheatle, enfrenta una intensa presión para renunciar después del intento de asesinato del expresidente Donald Trump y aunque admitió que la responsabilidad de lo ocurrido recae sobre ella, descartó la posibilidad de dimitir.

Este lunes, Cheatle ofreció una entrevista exclusiva con ABC News, en la que abordó los informes que aseguran que los agentes habían visto al tirador antes del ataque ocurrido el pasado sábado, así como la creciente ola de críticas por su manejo del incidente.

"Buscar a esa persona, encontrarla, identificarla y finalmente neutralizarla ocurrió en un período muy corto de tiempo, y eso lo hace muy difícil", dijo la directora del Servicio Secreto para justificar el fallido operativo que dejó a un tirador con una línea de visión directa hacia Trump. "Obviamente fue una situación que, como agente del Servicio Secreto, nadie quiere que ocurra en su carrera", agregó.

Durante la entrevista, Cheatle calificó de "inaceptable" el intento de asesinato y admitió que “la responsabilidad recae” en ella. Sin embargo, todo indica que para ella el error que acabó con la vida de una persona de la audiencia y que casi termina con la del expresidente, no son suficientes motivos para dimitir.

Críticas hacia Cheatle

La representante Lauren Boebert, republicana de Colorado, presentó la Ley de Responsabilidad del Servicio Secreto, exigiendo la destitución de Cheatle por lo que calificó como "la incompetencia y el fracaso de la agencia" para proteger a Trump. "El intento de asesinato del sábado contra el presidente Trump fue intencional o el resultado de la incompetencia flagrante del Servicio Secreto de los Estados Unidos", dijo Boebert en un comunicado.

Por otro lado, Nicole Parker, ex agente especial del FBI y colaboradora de Fox News, también criticó duramente a Cheatle por su manejo del ataque. "¿Dónde estaba ella, o dónde estaba algún representante del Servicio Secreto de los Estados Unidos? La conferencia de prensa inicial... ése es su sitio. Deberían haber tenido un representante allí", dijo Parker. Además, señaló que Cheatle tardó demasiado en hablar después del ataque. "Si no es lo suficientemente importante para ella dar la cara en vista de un... posible asesinato, si hay un momento para que ella se presente, es ahora, y es sólo un silencio radial. Es inaceptable", añadió.

Mientras tanto, el presidente del Comité de Supervisión de la Cámara de Representantes, James Comer, republicano de Kentucky, citó a Cheatle para testificar sobre el tiroteo. En una carta, Comer informó que su comité ha iniciado una investigación sobre el intento de asesinato y solicitó su comparecencia "voluntaria".

La creciente presión sobre Cheatle refleja un clima de incertidumbre y exigencia de respuestas sobre la seguridad en los eventos presidenciales, mientras ella se mantiene firme en su decisión de no dimitir.