Biden insiste en llamar dictador a Xi pese a haber enviado a Blinken a aliviar tensiones

El presidente Joe Biden dejó claro que no se arrepiente de haberle dicho “dictador” a su homólogo chino, Xi Jinping, pues cree que su postura no complicará la relación entre Estados Unidos y la República Popular China.

Tan solo un día después de que el secretario de Estado estadounidense, Antony Blinken, se reuniera con Xi Jinping en un intento por aliviar las tensiones entre ambos países, Biden se refirió al mandatario chino como “dictador”.

Como era de esperarse, esto no le gustó al régimen chino que poco después calificó los comentarios del presidente estadounidense como “una provocación política abierta” que violaba la etiqueta diplomática.

A pesar de esto, cuando este jueves se le preguntó a Joe Biden si creía que sus palabras tendrían un impacto negativo en la relación entre ambas potencias, el presidente estadounidense dijo que no. “La respuesta a su [pregunta] es 'no'”, dijo, agregando que no creía que sus declaraciones tuvieran “alguna consecuencia importante”.

Según informes, el gobierno chino convocó al embajador de Estados Unidos en China como una reprimenda diplomática por las palabras de Biden. Sin embargo, durante la conferencia de prensa el presidente estadounidense defendió sus palabras e insistió en que “la idea de elegir y evitar decir lo que cree que son los hechos, con respecto a la relación… con China, no es algo que vaya a cambiar mucho”.

Luego de esto, Biden también adelantó que a pesar de todo espera reunirse con su homólogo “en algún momento en el futuro, a corto plazo”.

Xi pidió “respeto mutuo y sinceridad”

Poco antes de que Biden llamara dictador a Xi, el mandatario chino dijo que consideraba de suma importancia que las interacciones entre ambos países se basaran “siempre en el respeto mutuo y la sinceridad”.

El exitoso viaje de Blinken

El secretario de Estado tuvo un viaje exitoso a China que incluyó varios encuentros con oficiales del Ejecutivo chino, incluyendo al máximo responsable de política internacional del gigante asiático, Wang Yi, y al ministro de exteriores, Qin Gang.

Sin embargo, el broche de oro fue cuando Blinken consiguió reunirse durante más de 30 minutos con el presidente Xi. “El presidente Biden me pidió que viajara a Pekín porque cree que Estados Unidos y China tienen la obligación y la responsabilidad de gestionar nuestra relación. Estados Unidos se ha comprometido a hacerlo. Es en interés de Estados Unidos, en interés de China y en interés del mundo”, dijo el secretario de Estado tras el encuentro.