Hunter Biden vivió en la residencia de Wilmington donde aparecieron documentos clasificados

Hunter Biden, que será investigado por la Cámara de Representantes por sus negocios con el Partido Comunista Chino, vivió en la residencia de su padre en Wilmington (Delaware) donde se han encontrado documentos clasificados durante un periodo de tiempo en el que los papeles ya se encontraban allí. El hijo del presidente Biden pagó durante un año casi 50.000 dólares mensuales en concepto de alquiler.

Así lo ha desvelado la periodista del New York Post Miranda Devine, que ha publicado los documentos que así lo acreditan. Hunter comenzó a indicar la propiedad familiar como su domicilio habitual en 2017, tras su divorcio. Incluso llegó a señalar que el domicilio le pertenecía a él en un documento de julio de 2018. La vivienda también aparece como su residencia habitual para la facturación de su tarjeta de crédito personal y de su cuenta de Apple en 2018 y 2019, respectivamente, según se desprende de correos electrónicos de su laptop abandonada y a los que tuvo acceso Fox News.

Sospechas de que los Biden entregaron los documentos a China

Hunter hizo referencia al dinero que entregaba a su padre en un mensaje a su hija, en el que le indica que él entregaba la mitad de su sueldo cada mes para los gastos de la familia Biden: "Espero que todos puedan hacer lo que yo hice y pagar todo lo de esta familia entera durante 30 años. Es muy duro. Pero no te preocupes, a diferencia de Pop [Joe], no te haré darme la mitad de tu sueldo".

El NYPost destaca que, en este periodo de tiempo, en el que tuvo acceso libre a los documentos ocultos en el garaje de la residencia, Hunter era "adicto a la cocaína". Además. fue el momento en que realizó varios negocios "turbios" en el extranjero que se encuentran bajo investigación en estos momentos.

Algo que ya denunció en Truth Social el ex presidente Donald Trump, quien aseguró que los documentos confidenciales que obraban en poder de Joe Biden llegaron a manos de los líderes del Partido Comunista Chino. Una afirmación que cobra fuerza tras este último descubrimiento.