Francia intensifica su lucha contra el islamismo radical: el ministro del Interior exige mayor esfuerzo a las prefecturas

El ministro del Interior francés, Bruno Retailleau, ha reforzado su compromiso en la lucha contra el islamismo radical, instando a las prefecturas a implementar con mayor rigor las medidas existentes. 

Durante una visita a la prefectura de Altos del Sena en Nanterre, Retailleau subrayó la necesidad de hacer que el Estado sea más eficaz en este ámbito, defendiendo el uso de las Células de Lucha contra el Islamismo Radical (CLIR), creadas en 2019. 

Estas células, integradas por representantes de los servicios del Estado, tienen como objetivo diagnosticar, centralizar información y realizar un seguimiento de las infracciones relacionadas con el islamismo a nivel territorial, según el Comité Interministerial de Delincuencia y Radicalización.

Tras la presentación de un informe sobre los Hermanos Musulmanes la semana pasada, el presidente Emmanuel Macron expresó su insatisfacción con las propuestas presentadas en el Consejo de Defensa y ha solicitado al gobierno, liderado por el primer ministro, François Bayrou, en Matignon, que desarrolle nuevas medidas para enfrentar lo que considera una amenaza a largo plazo para la República. 

Retailleau, en respuesta, anunció una reorganización del Estado para combatir el "integrismo islamista", destacando la movilización de dos nuevos servicios: la Dirección Nacional de Inteligencia Territorial (DNRT) y la Dirección de Libertades Públicas, que actuará como una suerte de fiscalía administrativa.

El ministro señaló que el enfoque estará en reforzar los controles en asociaciones culturales y clubes deportivos, identificados previamente como posibles vías de infiltración del islamismo radical. 

Este mensaje se alinea con las advertencias de Retailleau sobre un “islamismo de bajo nivel” que busca imponer normas, como las derivadas de la sharía, de manera gradual en la sociedad francesa. 

En esa misma línea, en su cuenta de X, el ministro al respecto señaló: “Nadie puede utilizar su religión, sus creencias o sus orígenes para escapar de la regla común. Esta es la frase que deberíamos incluir en la Constitución”.

El informe también destacó la existencia de ecosistemas islamistas en una veintena de departamentos, lo que ha generado preocupación sobre su impacto en la cohesión nacional.