Elecciones en Rusia: un resultado cantado y protestas bajo el radar

Rusia celebra este domingo la última jornada de unas elecciones presidenciales que comenzaron el viernes. Incluso antes de que el primer ruso depositara su voto, Vladimir Putin podía frotarse las manos: sin contendientes de peso -los candidatos más competitivos fueron proscriptos- y con un control férreo de los centros de votación -además del aparato Estatal en su conjunto-, su victoria nunca estuvo en duda. Los primeros sondeos estatales a pie de urna le otorgan un 87% de los votos, según AFP.

Con el quién resuelto de antemano, queda por resolver el por cuánto. Putin quería un resultado aplastante, que apuntale sus próximos seis años al frente del Kremlin y su esfuerzo bélico en Ucrania. Un resultado semejante sólo parecía amenazado por una posible baja participación. Los primeros informes sobre la asistencia despejan también esta duda: "la participación presencial en las elecciones presidenciales a las 16:02 hora de Moscú fue del 70,01%" -a eso hay que sumarle el voto electrónico, titulaba la agencia oficial TASS.

Mientras tanto, las protestas al régimen se están haciendo oír tanto dentro como fuera del país. De acuerdo con fuentes oficiales, algunos votantes vertieron tinta en las urnas o intentaron iniciar incendios. Los últimos resultaron en al menos una quincena de procesos penales. Otros optan por vías más discretas, como ir a votar a las 12:00 para que formen largas colas o escribir en las boletas electorales.

"Ladrón y asesino, no a la guerra" o "Asesino, nunca ganarás. ¡Gloria a Ucrania!", son algunos de los mensajes escritos en papeletas por los lectores del medio independiente Novaya Gazeta Europe, que hacen alusión a una de las grandes sombras sobre el proceso electoral: la guerra en Ucrania. La otra es la muerte en prisión del disidente Alexéi Navalni.

Yulia Navalnaya, esposa de Navalni, acudió a una de las filas congregadas por la campaña "Mediodía contra Putin", en las afueras de la embajada de Berlín: