La Administración Biden entregó a un militar venezolano solicitante de asilo al dictador Nicolás Maduro

La tragedia de Pedro Naranjo Machado es casi inimaginable. Tras desertar del Ejército en Venezuela y pedir asilo en Estados Unidos, este joven teniente venezolano ahora se encuentra en la prisión militar Ramo Verde luego de que la Administración Biden lo entregara a la dictadura venezolana, en un movimiento que está siendo ampliamente cuestionado por los activistas y organizaciones que defienden los derechos humanos

Esta polémica deportación, ocurrida la semana pasada, pasó prácticamente desapercibida debido a la atención que acaparó el canje del testaferro del dictador Nicolás Maduro, Alex Saab, a cambio de una docena de ciudadanos estadounidenses encarcelados en Venezuela y otros 24 presos políticos más.

De acuerdo con un amplio reportaje de El Mundo, la historia del teniente Naranjo demuestra que la relación entre Joe Biden y Nicolás Maduro se encuentra en su mejor momento, luego de que Washington le levantara parcialmente las sanciones al régimen chavista en sectores económicos clave y también iniciaran un proceso de negociaciones para hacer intercambios de encarcelados.

La tragedia de Naranjo es particularmente complicada. El teniente fue entregado a Caracas pese a ser el hijo de un general preso político durante tres años al que tuvo que escoltar hasta Estados Unidos tras desertar de su puesto.

Según El Mundo, la entrega de Naranjo representa un “evidente giro de tuerca a la protección otorgada durante años a los opositores venezolanos. También del incumplimiento con la defensa de los derechos humanos”.

El medio español detalló que el teniente, quien se encontraba en un centro de detención para indocumentados en Luisiana, fue deportado a Venezuela en uno de los tantos vuelos de migrantes entre EE. UU. y Venezuela, que iniciaron el pasado mes de octubre, en el marco de los intangibles acuerdos Barbados entre el régimen y la oposición.

De acuerdo con el reportaje, Naranjo y su padre habían escapado de Venezuela hace un año y no tuvieron suerte en ninguno de los países que llegaron.

Primero, en Colombia, fueron rechazados por el Gobierno de Gustavo Petro, aliado de Maduro. Después, en México, las autoridades se negaron a asistirlos.

Ante tal situación, padre e hijo decidieron cruzar el Río Bravo el 4 de octubre pasado para, tras pasar la frontera sur, entregarse a las autoridades estadounidenses y reclamar el asilo y su protección.

El padre del teniente Naranjo, el general de división Pedro José Naranjo Suárez, quien fue prisionero político durante tres años y medio, sí obtuvo el asilo. Pero su hijo ahora mismo está recluido en Ramo Verde, la misma cárcel donde estuvo encarcelado el líder opositor Leopoldo López durante más de tres años.

Ramo Verde es la única cárcel militar en Venezuela, está ubicada en Los Teques, Miranda, cercana a la capital Caracas. Diversos informes señalan que en esta prisión las fuerzas de seguridad del régimen de Maduro llevan adelante torturas y otros crímenes de lesa humanidad.

La entrega del teniente Naranjo a manos de la Administración Biden ha sido fuertemente cuestionada por defensores de los derechos humanos y organizaciones que defienden las normas internacionales.

Ernesto Ackerman, presidente de la organización Independent Venezuelan American Citizens (IVAC), dijo a la agencia EFE que el joven teniente calificaba para el asilo por “miedo creíble”, es decir, por el serio riesgo de que su vida corre peligro en Venezuela por ser hijo de un militar que estuvo tres años encarcelado y es un perseguido político del régimen chavista.

“Llega a un país democrático, con esperanza de que le van a dar un asilo y lo entregan a un capo”, dijo Ackerman.

Asimismo, Tamara Suju, una reconocida abogada defensora de los derechos humanos, denunció que “Es inaceptable e inhumano” lo que sucedió con el teniente venezolano deportado por el Gobierno de Biden.

“Huyó del país (con su padre) luego de haber sido torturado (el general) y tras atravesar dos países afines al régimen”, sentenció.