Brasil afronta la recta final de una dura campaña presidencial
Lula llega con una ligera ventaja frente a un Bolsonaro que se acerca al empate técnico en una segunda vuelta repleta de acusaciones e insultos.
El próximo 30 de octubre Brasil tendrá un nuevo presidente. La pugna electoral entre el presidente actual Jair Bolsonaro y Lula da Silva afronta su última semana mientras crecen la crispación y las malas artes entre los equipos de ambos candidatos.
El expresidente llega al último sprint con una ligera ventaja según las encuestas. El último sondeo publicado por Datafolha, el jueves 19 de octubre, otorga a Lula en torno al 49%, frente al 45% de Bolsonaro. El margen de error es del 2%, según la entidad sociológica, por lo que podría hablarse incluso de "empate técnico", según señala el comunicado de la compañía. Cifras muy lejanas del 58%-38% que preveían los expertos hace menos de un mes si ambos contendientes llegaban a la segunda vuelta.
Sexo, insultos y vídeos prohibidos
Si la primera ronda, en la que participaban otros candidatos, fue bronca, la segunda se convirtió en una discusión de taberna. El Tribunal Superior Electoral (TSE) tuvo que anular nada más empezar la campaña por esta votación definitiva un vídeo del equipo de Lula en el que llamaban a Bolsonaro "caníbal" al ofrecer "sacada de contexto" una antigua entrevista del presidente, cuando aún era diputado.
Posteriormente, el cara a cara televisado entre ambos candidatos se convirtió en un circo repleto de insultos y acusaciones. Lula llamó "pequeño dictadorcito", "mentiroso" y "caradura" a su rival, mientras que el Bolsonaro insistió en que su predecesor es "una vergüenza nacional" y un "ladrón", "jefe de una organización criminal" y amigo de los dictadores suramericanos.
Pandemia Vs corrupción
Además, se vivió un momento muy tenso cuando Lula se hizo eco de las acusaciones de pederastia que se vierten sobre su rival, a raíz de unas declaraciones coloquiales que podrían dar a entender que se sintió atraído por unas prostitutas venezolanas de 14 años. El TSE volvió a prohibir la emisión de esos vídeos y Bolsonaro se apresuró a aclarar indignado: "¡Me acusó de pedofilia, apuntando a lo más sagrado de mis convicciones, que es la defensa de la familia y de los niños!"
En lo político, Lula volvió a criticar la gestión de la pandemia por parte del presidente. "Ningún gobierno en el mundo hizo bromas con la pandemia al nivel que lo hizo usted, ofreció un remedio que no servía para nada. Este señor carga con al menos 400.000 personas que murieron por su negligencia y rechazo a las vacunas. Más de la mitad de las muertes podrían haberse evitado", destacó. En respuesta, Bolsonaro recordó las palabras del ex presidente sobre el Covid: "Fue usted el que dijo que gracia a Dios la naturaleza creó el Covid" y "Brasil es el país que más vacunó en el mundo y más rápidamente".
$18.000 millones robados en Petrobras
Además, Bolsonaro volvió a incidir en escándalo que acabó con Lula en prisión: Petrobras. "Petrobras fue el mayor escándalo de corrupción de la humanidad. Saquearon 90.000 millones de reales (unos 18.000 millones de dólares). Usted se metió el dinero en el trasero y lo repartió con los amigos". Lula reconoció que existió el robo, pero destacó que si salió a la luz fue precisamente por la transparencia de su gobierno.
El presidente declinó participar en el segundo debate televisado previsto en esta segunda vuelta alegando problemas de agenda, algo debido, según Bolsonaro, a que Lula "es impotente, sí. Creo que cuando le puse las manos en la espalda, tuvo medio escalofríos", según recoge 360 News.
Los logros económicos de Bolsonaro
En los últimos días, Bolsonaro está centrando su campaña en sacar pecho por sus logros económicos "a pesar de la pandemia" y a presumir de la recuperación que vive Brasil gracias a su gestión. En lo social, se presenta como el defensor de la familia y los valores conservadores, frente al programa pro ideología de género de Lula.
Lula se autoproclama protector de los pobres
Lula, por su parte, acusa a Bolsonaro de no preocuparse por los pobres, a los que él situó en el centro de su mandato "Tenemos la mayor política de inclusión social de Brasil. La gente empezó a ganar más, el salario mínimo aumentó cada año. Creamos Pronaf Mulher, Minha Casa Minha Vida, la casa estaba a nombre de la mujer. Invertimos la lógica de que los pobres no podían ascender socialmente", señaló.