Reseteado bajo control policial el celular del agresor a Cristina Kirchner
Las extrañas circunstancias del caso alcanzan a la seguridad de la ex presidenta: la falta de atención antes del ataque y la inacción después ponen en entredicho su actuación.
Las circunstancias del ataque a Cristina Kirchner en medio de su intento por zafarse de la justicia se hacen cada vez más extrañas. Una de las pruebas principales, el teléfono celular del agresor, ha sido reseteado de fábrica por parte de la Policía Federal cuando intentaban acceder a la información, que ahora puede haberse perdido definitivamente.
En un primer momento hubo varios intentos de desbloqueo por parte de la Policía Federal, y cuando más tarde la Policía de Seguridad Aeroportuaria intentó abrirlo, comprobaron que había sido “reseteado de fábrica”, informa Infobae. En consecuencia, la información del celular, que podría ser clave en el esclarecimiento de estos hechos, puede haberse perdido. A lo que sí se ha accedido es a la tarjeta SIM, que contiene los contactos de Fernando Sabag Montiel, presunto agresor, así como algunas imágenes.
Graves fallos de seguridad
El acto de Fernando Sabag Montiel está envuelto en otra serie de extrañas circunstancias, como las que hacen referencia a la seguridad de Cristina Kirchner. Por un lado, no se creó un anillo de protección de la expresidenta, como es habitual para mandatarios como un jefe de Estado.
Según un análisis de Nicolás Diana para Clarín y La Vanguardia, no fue el único gran error. También falló el cordón exterior de la Policía Federal. Su actitud es extraña desde el momento en que miraban todo el rato a la ex presidenta, y no a la multitud, que es donde podría alojarse el peligro. Sus agentes se quedaron paralizados tras el ataque. Ni se abalanzaron sobre Kirchner, ni despejaron la zona. Tampoco le metieron en el auto de custodia, que hubiera podido protegerla y salir del lugar a gran velocidad. Cristina Fernández de Kirchner continuó andando otros 50 metros hasta su domicilio.
Detenida la novia del agresor
El interventor de la Agencia Federal de Inteligencia, Agustín Rossi, declaró este domingo que no tenían ninguna alerta sobre Sabag Montiel y que probablemente sea “un lobo solitario”. Posteriormente, la juez que instruye el caso, María Eugenia Capuchetti, ordenó la detención de su novia: Brenda Uliarte.
Uliarte había declarado a los medios de comunicación que no había visto a su novio en dos días, pero se sabe que estuvieron la tarde de los hechos juntos, y que fueron a cobrar el alquiler de la peluquería propiedad de Sabag Montiel.