Estos son los estados en los que se pagan más y menos impuestos

La factura fiscal anual en Estados Unidos depende, al menos en parte, del lugar de residencia. Los impuestos estatales a la renta varían desde inexistentes hasta casi el 14% para algunas personas con ingresos especialmente altos. Un informe reciente de The Tax Foundation actualizó las cifras para 2025.

Las tasas más altas y bajas en cifras

Algunos estados con impuestos a las ganancias individuales bajos o nulos, como Texas y Florida, están atrayendo a muchos nuevos residentes. En el lado opuesto, California (13,3%), Hawái (11%) y Nueva York (10,9%) tienen las tasas marginales máximas de impuesto a la renta para personas físicas más elevadas.

Por su parte Arizona y Dakota del Norte (ambos 2,5%) tienen el nivel más bajo entre los estados con impuesto sobre la renta.

Estados que no gravan impuestos a nivel estatal

Mientras millones de personas deben presentar sus declaraciones de impuestos estatales y federales sobre la renta, algunos residentes de EEUU pueden prescindir de las primeras. En varios estados, los ingresos no se gravan a nivel estatal, lo que puede parecer que reduce su carga fiscal general.

Actualmente, hay un total de nueve estados que no gravan los ingresos a nivel estatal: Alaska, Florida, Nevada, Nuevo Hampshire, Dakota del Sur, Tennessee, Texas, y Wyoming. No obstante, en ciertos casos, estos estados generan ingresos a través de impuestos elevados en otras áreas.

Los impuestos sobre la propiedad y las ventas son otros impuestos que pueden imponer los gobiernos estatales para financiar sus presupuestos. Uno de ellos es Tennessee, que no grava los ingresos, pero tiene las tasas de impuesto sobre las ventas promedio más altas del país. El impuesto sobre las ventas combinado promedio que pagan los consumidores en dicho estado, basado en los impuestos aplicados por el estado y los gobiernos locales, es del 10%, según The Tax Foundation.

Casos particulares

De acuerdo a datos de la Tax Foundation, los impuestos locales, así como algunos impuestos específicos de cada estado, en muchos de ellos -y un recargo a las ganancias de capital para quienes tienen altos ingresos en Minnesota-, no están incluidos.

Muchos estados también tienen impuestos progresivos sobre la renta, con montos mayores de ingresos gravados a tasas gradualmente más altas. Las tasas impositivas de Nueva York, por ejemplo, varían entre el 4% y el 10,9%.

También se especifica que varios estados, incluidos Arizona, Idaho, Illinois y otros, tienen un impuesto sobre la renta fijo, lo que significa que todos pagan la misma tasa independientemente de sus ingresos.

Existen otras excepciones interesantes: Washington no tiene un impuesto general sobre la renta, pero sí grava las ganancias de capital por encima de cierto umbral como un caso particular.

La estrategia que cada estado aplica en materia de impuestos varía, pero la misión es la misma: financiar el presupuesto aprobado por la legislatura estatal. Además de los impuestos que recaudan, los estados también reciben financiación del gobierno federal que ha disminuido sustancialmente en los últimos meses tras las nuevas disposiciones de la Administración Trump.