Minuto 11 de la primera mitad. Arabia Saudita ya perdía 1 a 0 contra Argentina tras el tanto de Leo Messi de penalti. Un gol que presagiaba una goleada. El cronómetro avanzaba y la selección de Oriente Medio no reaccionaba, no generaba ocasiones y no luchaba por cada balón. Y el árbitro pitó el final de la primera parte.
Los jugadores se dirigían al túnel de vestuarios con gestos contrariados, como si ya se hubiesen rendido. Pero entonces, apareció Hervé Renard. Dentro del vestuario, el seleccionador que sentó con sus jugadores y comenzó a dar un discurso que cambió el rumbo del partido:
¿Hago como vosotros, chicos? ¿Eh? Excepto Salman, el resto así [mirando hacia abajo]... ¿Qué estamos haciendo aquí? ¿Es ésta nuestra presión? ¡La presión significa ir hacia arriba! ¡Messi está en el centro del campo, tiene el balón y, vosotros quietos esperáis en defensa! Coged el móvil y hacedle una foto si queréis... ¡A los que estéis delante, en defensa, tenéis que seguirles! [Renard corre por el vestuario]... Os avisamos, ¿y habéis visto lo que habéis hecho? ¿No sentís nada? ¿No creéis que sois capaces de remontar? ¿No lo sentís? ¡[Argentina] Están jugando relajados! Vamos chicos, vamos... ¡Estos es el Mundial! ¡Dadlo todo! Cuando estáis delante del área estáis así [quietos]... ¡Estad activos!
Arabia Saudí perdía 1-0 contra Argentina. Esta es la charla de su entrenador Hervé Renard en el descanso. Así empieza una remontada. pic.twitter.com/bPrsi985S7
— Yasujiro Oficial (@YasujiroOficial) November 25, 2022
Y el discurso de Renard dio sus frutos. El árbitro pitó el inicio de la segunda mitad del partido y, pasados ocho minutos, Arabia Saudita ya iba por delante en el marcador. Los jugadores pelearon, defendieron, lucharon por cada balón que perdían para recuperarlo lo más rápido posible y generaron ocasiones.
El árbitro pitó el final y la selección saudita ganó un partido que, una hora antes, parecía imposible.
