Un veterano de origen hispano es el "héroe" de Colorado Springs por evitar una masacre en un club LGBT

"Simplemente entré en modo de combate (...) Solo sabía que tenía que matar a ese tipo antes de que nos matara a nosotros", señaló Richard Fierro.

Richard M. Fierro es un ex militar de origen hispano que luchó en las guerras de Irak y de Afganistán. En el año 2013 se retiró del ejército con rango de Mayor y grandes condecoraciones. Ahora, también se le conoce como el "héroe" de Colorado Springs por ser la persona que la noche del sábado usó sus conocimientos militares para evitar una masacre en un club LGBT.

Fierro se encontraba viendo un espectáculo de Draq Queens en el Club Q con su esposa, hija y amigos, cuando el estruendo de los disparos abarrotó en el local nocturno. Sus instintos de "combate" como soldado se activaron derribando, inmovilizando y desarmando al atacante. Según declaró:

No sé exactamente qué hice, simplemente entré en modo de combate (...) Solo sabía que tenía que matar a ese tipo antes de que nos matara a nosotros (...) Tenía allí a toda mi familia de Colorado Springs y no iba a dejar que acabara con ella.

Tres de sus acompañantes recibieron disparos. Dos de sus amigos resultaron heridos. Su hija se rompió la rodilla y su novio, Raymond Green Vance, es uno de los fallecidos.

El sospechoso, un joven de 22 años que fue identificado como Anderson Lee Aldrich, llevaba un rifle de estilo militar y una pistola. Mató a 5 personas e hirió a 25. Se encuentra en el hospital y fue imputado por cargos de asesinato en primer grado y por delito de odio.

"Terminé con la guerra"

Cuando comenzó el ataque, Fierro cayó al suelo y mientras las balas abundaban en el local, vio que Lee se dirigía a una puerta trasera que conducía al patio del bar. El ex militar corrió y agarró al atacante por la parte posterior de su chaleco antibalas, lo tiró al suelo y saltó encima de él: "Le quité el arma de la mano y comencé a golpearlo en la cabeza, una y otra vez", según describió a los periodistas.

Mientras continuaba la pelea, pidió a otros clientes del club que lo ayudaran. Un hombre agarró el rifle del atacante y una de las bailarinas lo pisoteó con sus tacones altos. Fierro, siguió golpeándolo en la cabeza hasta que llegó la policía unos minutos más tarde. El atacante ya no luchaba y estaba cubierto de sangre, los agentes lo abordaron y lo esposaron. Según confiesa, temía haberlo matado.

El "héroe" de Colorado Springs estuvo retenido en un vehículo de policía durante más de una hora esa noche. Suplicó que lo dejaran ir para poder ver lo que le había sucedido a su familia. Dijo que nunca pensó que tendría que lidiar con ese tipo de violencia en su casa y que por esas razones "terminé con la guerra".

Las autoridades reconocen su labor

El comunicado de prensa del Club Q, el jefe de la policía de la ciudad, y el alcalde John Suthers, indicaron que "varios clientes" del local "confrontaron y sometieron" al atacante, por lo que todos fueron aclamados como héroes. Sin embargo, se ha dado especial relevancia a la actuación de Fierro. Declaró el jefe de la policía:

Nunca había encontrado una persona que se implicara en una acción tan valiente y fuera tan humilde al hablar del caso (...) Un héroe de verdad.

A lo que Fierro respondió: "He intentado salvar a la gente y con cinco no ha funcionado. Una de ellas era de mi familia (...) No soy un héroe, solo soy un tipo más".