Un modelo basado en los indicadores económicos prevé una victoria republicana con 250 representantes

El GOP obtendría la mayoría en las dos cámaras. En el caso del Senado, el modelo prevé una mayoría 54-46, tal como adelanta 'Real Clear Politics'.

¿Quién va a ganar las elecciones de medio mandato? Los analistas, los candidatos y el público intentan satisfacer esta curiosidad por medio de las encuestas. Preguntar a los ciudadanos parece el método más obvio para saber qué es lo que va a pasar el día de las elecciones.

No obstante, las encuestas tienen ciertos problemas. Uno de ellos es que tienen un claro sesgo hacia el Partido Demócrata. Aunque algunas de las empresas de encuestas intentan corregir sus antiguos errores, es más fácil intentarlo que conseguirlo. Una de las causas de ese sesgo es el partidismo, pero otra es de carácter técnico: no es fácil recoger una muestra representativa, ya que muchos votantes republicanos viven en zonas rurales o no tienen teléfonos móviles.

Real Clear Politics, la casa decana del análisis de las encuestas, intenta sobreponerse a este sesgo corrigiéndolo en sus previsiones. Pero hay analistas que buscan formas alternativas de adelantarse a los resultados electorales. Uno de esos analistas es el economista Ray C. Fair.

El modelo de Ray C. Fair

James Piereson, Senior Fellow del Manhattan Institute, ha escrito un artículo en el New Criterion en el que detalla cuál es la metodología que utiliza este economista:

Ray C. Fair, profesor de economía en Yale, ha desarrollado modelos sencillos para predecir las elecciones presidenciales y al Congreso basándose en estos parámetros, y los ha contrastado con los resultados de las elecciones desde 1918. En su opinión, la evolución de la economía es el principal factor que impulsa los resultados de las elecciones; el resto -personalidades, encuestas, cobertura de la prensa y la televisión, etc.- es sobre todo "ruido" que oculta las causas principales. Sus ecuaciones suelen ser más precisas que las encuestas a la hora de predecir los resultados electorales y son más fáciles y mucho menos costosas de utilizar.

Aunque este modelo ha logrado predecir los resultados con una gran precisión y no tiene los sesgos que condicionan a las encuestas, también tiene sus limitaciones. La principal de todas ellas, según explica Piereson, es que 

Sólo pronostica los resultados nacionales y no llega a los estados o a los distritos individuales para predecir cuáles pasarán de un partido a otro. Además, no se puede adaptar fácilmente a las elecciones al Senado de los Estados Unidos. Tampoco tiene en cuenta cuestiones no económicas como la guerra, la corrupción o la delincuencia.

Inflación y PIB

Teniendo ello en cuenta, ¿qué es lo que predice el modelo de Ray C. Fair para estas elecciones? James Piereson nos ayuda a entenderlo. El modelo se fija en la tasa de inflación y de crecimiento del PIB per cápita en términos reales en los siete trimestres anteriores a la elección, más una penalización al partido que ocupa la presidencia de 3 puntos. 

De acuerdo con los datos publicados por el Banco de la Reserva Federal de St. Louis y por el Bureau of Economic Analysis, la tasa de inflación creció de media en los siete trimestres que terminaron en el tercero de este año en el 7,2%. 

Por lo que se refiere al PIB per cápita, el modelo de Fair tiene en cuenta el número de trimestres en el que el crecimiento anualizado supera el 3,2%. En el caso del tiempo de gobierno de la Administración Biden, ha habido sólo tres trimestres que superen este umbral, todos en 2021. En 2022, el PIB ha entrado en un terreno negativo. 

7,2 puntos de diferencia

De acuerdo con el modelo, el Partido Demócrata obtendrá un porcentaje de votos para la Cámara de Representantes del 46,7%, mientras que el Partido Republicano ganará el 53,3%. Si esos resultados se corrigen con el 3% del voto que va a terceros partidos, vemos que el modelo prevé un porcentaje para los demócratas de 44,9%, y del 52,1% para los republicanos.

Esto supone una ventaja del GOP de 7,2 puntos. La media de las encuestas realizada por Real Clear Politics en la intención de voto general arroja una ventaja para los republicanos de 2,7 puntos; es poco más de un tercio.

250 representantes

La dificultad ahora está en saber cómo se puede traducir esa diferencia de más de siete puntos en el reparto de escaños en la Cámara de Representantes. Piereson tiene en cuenta que normalmente en las elecciones presidenciales, el partido del candidato ganador recupera asientos en la Cámara de Representantes, así como en el Senado. Pero las elecciones de 2020 fueron atípicas: el Partido Republicano recuperó 13 asientos, lo que limita su capacidad de recuperar más representantes en estas elecciones. 

Entonces, Piereson compara esos más de siete puntos de ventaja del Partido Republicano sobre el Demócrata con otras elecciones de mitad de mandato con resultados similares. En 1994 y en 2010 obtuvieron una ventaja sobre los demócratas de 6,8 puntos de diferencia. Y entonces obtuvieron respectivamente 230 y 247 asientos en la Cámara de Representantes. La mayoría es a partir de 218. En esas elecciones, los republicanos partían de tener 176 (1994) y 179 (2010), por lo que el número de escaños recuperados fue mucho mayor del que puedan ganar ahora los republicanos, que parten de una posición más favorable: 212 representantes, a sólo seis de la mayoría.

En cualquier caso, aplicando el modelo de Fair podrían llegar a los 250 representantes, “récord de todo el periodo que se remonta a la década de 1930. Esto les daría un margen de aproximadamente sesenta y cinco votos sobre los demócratas en la sesión del Congreso del próximo año, una mayoría mucho más impresionante que la que los demócratas han tenido en la actual legislatura”. 

El Senado

Trasladar una diferencia en el cómputo global del voto al reparto de asientos en el Senado es bastante más difícil. Los motivos son: 1) que no hay elecciones en todos los estados, sino en dos tercios de ellos aproximadamente. 2) que el candidato pesa mucho más en el caso de los senadores, por lo que las condiciones económicas tienen menos relevancia. 3) El papel del Senado en el manejo de la economía, aunque importante, es menor que el de la Cámara de Representantes. 

En estas elecciones se presentan los candidatos de 34 estados. Los republicanos defienden 21, por 13 de los demócratas, por lo que los republicanos tienen que defender más senadores, y tienen menos opciones de conquistar asientos de senadores demócratas. Pero si el resultado para 2022 es comparable al de 1994 y 2010, entonces el GOP podrá recuperar un tercio de los 13 escaños que tienen los demócratas. Eso supondría ganar tres o cuatro de los puestos que ahora tienen los demócratas. 

Un resultado así parece improbable. De cumplirse, el Partido Republicano tendría que obtener una victoria en alguna elección en la que la victoria demócrata parece asegurada. Es decir, observando las encuestas es previsible que puedan obtener sendas victorias en Nevada, Georgia y Arizona. Pero obtener un cuarto senador les obligaría a ganar en Colorado o quizás New Hampshire, que hasta recientemente se consideraban claras victorias demócratas.

El caso de New Hampshire

Pero esa posibilidad, que parecía lejana hace sólo un par de semanas, hoy parece posible. Real Clear Politics prevé que el empate a 50 senadores que ahora tiene el Senado se rompa a favor de los republicanos, precisamente con una ventaja de 54 a 46 senadores.

RCP prevé una victoria del GOP en New Hampshire, donde antes parecía imposible. Don Bolduc, un general retirado, se impuso al poderoso establishment republicano en New Hampsire gracias al apoyo de Donald Trump. También lo apoyaron los demócratas en las elecciones primarias republicanas, con la esperanza de que un candidato tan a la derecha facilitara la reelección de Maggie Hassan (D), pero puede que se tengan que arrepentir al final. La media de las encuestas realizada por RCP arroja una ventaja de 0,7 puntos para la demócrata. Pero como hay un sesgo prodemócrata en las encuestas, nada asegura su victoria.