Una investigación del Washington Free Beacon reveló que el Departamento de Estado (DOS) subvencionó con más de 38.000 dólares de fondos públicos a un grupo de izquierda que apoya las protestas contra el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu.
Según los documentos israelíes, el DOS otorgó el dinero al Movimiento por un Gobierno de Calidad (MQG) con el propósito de la "realización de talleres en las escuelas secundarias" de Israel. Sin embargo, la MQG es una "organización sin fines de lucro" conocida por apoyar las protestas contra Netanyahu en todo el país.
Un funcionario del DOS comentó al Free Beacon:
El Departamento de Estado ha proporcionado pequeñas subvenciones al Movimiento por un Gobierno de Calidad, incluida una subvención firmada en 2020 durante la administración anterior y continuada bajo la Administración Biden que se centró en enseñar educación cívica y apoyar la buena gobernanza.
La MQG, un grupo "no partidista" que pide la expulsión de Netanyahu
El DOS describe a MQG como "una organización no gubernamental de base respetada, independiente, no partidista, comprometida con la promoción de valores de democracia, transparencia, buen gobierno y participación cívica".
No obstante, a pesar de definirse como una organización "independiente" y "no partidista", han participado públicamente en las protestas contra el primer ministro. En el mes de febrero, el grupo solicitó a la Corte Suprema de Israel que expulsara a Netanyahu del cargo, alegando que "no es apto" para desarrollar su labor debido a las investigaciones en curso sobre denuncias de corrupción política y soborno.
Estados Unidos, el único donante extranjero
Los archivos detallan que la MQG recibió subvenciones de entre 10.000 a 15.000 dólares entre 2020, 2021 y 2022. En cada uno de esos años, el DOS figuraba como el único donante extranjero del grupo.
La mayoría de los fondos de MQG resultan de pagos realizados por parte los miembros del grupo y de donaciones realizadas por organizaciones benéficas. El MQG alega que "no está dispuesto, en principio, a recibir ninguna ayuda del sistema gubernamental". Sin embargo, no se incluye una prohibición de financiación si proviene de gobiernos extranjeros.
MQG no respondió a una solicitud de comentarios hecha por el Free Beacon sobre cómo se usaron los fondos estadounidenses.
No es la primera vez que EEUU financia a grupos que se oponen a Netanyahu
El DOS ya fue criticado en el pasado por subvencionar a grupos que se oponían a Netanyahu. Durante la Administración Obama, se descubrió que el departamento eliminaba correos electrónicos que mostraban una financiación otorgada al Movimiento OneVoice, un grupo que lideraba una campaña de desprestigio contra el primer ministro.
Gerald Steinberg, fundador de NGO Monitor -un grupo que informa sobre las actividades de las ONG internacionales- señaló a pesar de que los beneficiarios informen de cómo supuestamente se gastan el dinero donado, existen pocas medidas de seguridad para evitar que las retribuciones económicas se inviertan en otras causas:
Pocos o ningún financiador siquiera intenta monitorear el uso real de las subvenciones.
Preocupación en Israel y EEUU
Los observadores políticos israelíes expresan su preocupación sobre si la financiación estadounidense está ayudando a fomentar y sostener a la oposición del Gobierno de Netanyahu. La periodista y escritora Caroline Glick declaró al Free Beacon:
El Movimiento por un Gobierno de Calidad (MQG) ha trabajado durante décadas para subvertir la democracia israelí (...) Es una bofetada al público israelí y una expresión de desprecio por la democracia israelí que el Departamento de Estado esté financiando a este grupo radical.
En EEUU, el republicano Jim Banks -miembro del Comité de Servicios Armados de la Cámara de Representantes- comentó que el Congreso debería revisar "la financiación potencial del Departamento de Estado a la política partidista en Israel":
El Departamento de Estado nunca debe financiar organizaciones partidarias extranjeras en democracias aliadas (...) Si el zapato estuviera en el otro pie, la administración Biden acusaría a Israel de interferir en nuestras elecciones. El Congreso debería revisar absolutamente la financiación potencial del Departamento de Estado de la política partidista en Israel.
