El juicio de Twitter contra Elon Musk se celebrará en octubre. La primera de las batallas legales entre la red social y el empresario la ha ganado la primera, ya que Musk había solicitado un aplazamiento.
Lo que ha motivado la demanda de Twitter contra el creador de Tesla es que Elon Musk finalmente ha retirado su oferta de 54,20 dólares por acción por la compañía; una compra que suponía el desembolso de 44.000 millones de dólares. El consejo de Twitter, que se defendió con decisión pero sin éxito al intento de Musk de comprar la empresa, ahora adopta una posición contraria y quiere que un juzgado le obligue a completar la compra.
Elon Musk no se fía
El cambio en la decisión de Elon Musk se debe a que éste acusa a la compañía de ocultarle información sobre la cantidad de cuentas falsas que operan en la red social. La empresa le ha facilitado la "manguera de fuego" de Twitter; es decir, la corriente de todos los tuits que se publican. Y le ha entregado un informe que detallaría cuántas cuentas son falsas. Pero Elon Musk no se fía. Cree que la empresa no ha sido honesta.
La cuestión es importante para Musk, porque si conoce el porcentaje de cuentas falsas, conocerá también el de cuentas verdaderas, así como su crecimiento. Y las posibilidades comerciales y, en consecuencia, el verdadero valor de la compañía, dependen de ello.
Un paño mortuorio sobre Twitter
El asunto se dirime en el estado de Delaware. El juez se ha negado a retrasar el juicio, dado que ello supondría que recayese "una nube de incertidumbre" sobre el futuro de la empresa. "El retraso podría causar un daño irreparable. Cuando mayor sea éste, mayor será el riesgo".
La demanda acusa a Elon Musk de un conjunto de violaciones de la ley anteriores a lo que hubiera sido la compra de la empresa. La empresa le acusó de tender "un paño mortuorio" sobre ella. El principal daño actual sobre Twitter es precisamente la incertidumbre que se cierne sobre la empresa, según el principal abogado de Twitter, William Savitt.
