¿Por qué el FBI "busca" en casas demócratas y "registra" las republicanas?

Crece el malestar entre los miembros del GOP e incluso funcionarios demócratas sobre el distinto trato recibido por Biden y Trump por la posesión de documentos clasificados.

"A los demócratas los 'buscan'. A los republicanos los 'registran'". El tuit del congresista republicano Scott Perry recoge a la perfección el sentimiento de muchos políticos y simpatizantes conservadores por la diferente vara de medir del Departamento de Justicia en el caso de los documentos clasificados encontrados en poder de Joe Biden respecto a lo sucedido con el expresidente Donald Trump. La situación ha hecho que incluso seguidores y políticos del partido azul reconocieran que no hay razón para realizar tantas diferencias de trato entre el actual inquilino de la Casa Blanca y el magnate.

Mientras que Trump vivió el escarnio público de que millones de personas pudieran ver a través de los medios, incluso en directo, el registro del FBI de su domicilio en Mar-a-Lago, los federales sólo entraron en la residencia de Biden en Wilmington tan pactar el DOJ con los abogados personales de Biden. Por supuesto, uno de los puntos acordados fue que "la búsqueda" de documentos clasificados se realizaría de manera discreta y sin informar a los medios, al menos hasta que se hubieran terminados las pesquisas. Y así fue.

Pacto secreto

De hecho, el FBI no había participado en ninguna de las búsquedas de documentos hasta el momento... y ya habían aparecido cuatro lotes diferentes. Hasta ahora, merced a un pacto secreto entre el DOJ y los abogados del presidente, eran éstos quienes se encargaban de analizar los papeles escondidos en las propiedades de Biden y entregaban a las autoridades aquellos que consideraban oportunos. Tanto es así que la Casa Blanca anunció hasta en seis ocasiones el pasado 12 de enero que la búsqueda estaba "completa".

Pero las diferencias comenzaron desde el primer momento. Mientras que Trump denunció que vivió "una redada sin previo aviso" el pasado 8 de agosto, con al menos 30 agentes del FBI entrando en su domicilio mientras los medios esperaban en la puerta, la Casa Blanca y el DOJ ocultaron durante dos meses la aparición de material clasificado en un despacho privado de Biden en la Universidad de Pensilvania y en el garaje de una residencia de su propiedad en Wilmington. Es más, el primer lote fue encontrado el 2 de noviembre, una semana antes de las midterms, y no trascendió a la opinión pública hasta enero.

Senadores demócratas piden una investigación

A pesar de que tanto el DOJ como la Casa Blanca y el propio Biden traten de explicar que la diferencia es es la "total colaboración" del equipo del presidente actual frente a los intentos de obstrucción e incluso engaño de los abogados de Trump, las explicaciones cada vez tienen más detractores, incluso dentro del Partido Demócrata. Los senadores azules Tim Kaine y Joe Manchin han solicitado una investigación a  fondo de unos hechos "extremadamente irresponsables e inquietantes".

"Negligencia inexcusable"

Además, John Fishwick, que fuera Fiscal General de distrito de Virginia Occidental designado por Barack Obama en su etapa como presidente, rechazó el diferente trato que ambos políticos están recibiendo. "Es el presidente en ejercicio, no hay razón para que se reserve nada al respecto. Hace más difícil decir que son manzanas y naranjas, y socava el argumento de que eran diferentes".

También el que fuera jefe de Ética de Obama, Walter Shaub criticó en declaraciones a FOX News la fórmula en que el entorno de Biden y el DOJ han manejado la aparición de estos documentos. "El hecho de que la Casa Blanca no mencionara que se habían encontrado documentos en más de un lugar cuando se le preguntó por ellos por primera vez fue un abuso de confianza con el público y una herida autoinfligida", analizó. Lo peor, para Shaub, es que "la propia retención de registros clasificados por parte de Biden refleja una negligencia inexcusable de los protocolos de seguridad más básicos".