El cerebro de los adolescentes envejeció entre tres y cuatro años durante la pandemia. Así lo asegura un estudio realizado por investigadores de la Universidad de Stanford y publicado en la revista Journal Biological Psychiatry: Global Open Science y que hizo alusión al estrés generado durante este periodo y que deterioro físicamente ciertas partes del seso.
El estudio se realizó con base en el cerebro de 163 jóvenes. En él, se tomaron unas resonancias de todos ellos antes y después de la pandemia y se demostró que, en aproximadamente la mitad, aparecieron signos de envejecimiento propios de niños que sufren violencia o abandono. Los investigadores planean realizar un seguimiento a estos jóvenes para evaluar su desarrollo cerebral en un futuro.
El autor principal del estudio y profesor de psicología en la Universidad de Stanford, Ian Gotlib, aseguró que la pandemia causó estragos con rapidez en el cerebro de los adolescentes:
La pandemia no ha sido benévola con la salud mental de los adolescentes. Siempre es interesante hacer investigaciones de este tipo cuando no se está realmente seguro de lo que va a ocurrir. Estos efectos son interesantes y ocurrieron con bastante rapidez.
¿Cómo afectó la pandemia al cerebro?
Tomaron el ejemplo de una adolescente de 16 años, con la que los investigadores determinaron que su cerebro se parecía más al de una joven de 19 o 20 años que a uno de su edad. Los efectos que tuvo el confinamiento sobre el cerebro fueron los siguientes: el hipocampo, la sección del cerebro asociada a la memoria y el aprendizaje y la amígdala -que procesa las emociones- se agrandaron.
Aparte, señalan que los jóvenes tenían una mayor propensión a sufrir graves episodios de ansiedad, depresión o, incluso, problemas de salud mental.
