La primera ministra de Escocia, Nicola Sturgeon, anunció su dimisión. Las últimas polémicas del Gobierno escocés, en especial la ley trans que llevó a violadores trans a una cárcel de mujeres, habían hundido su popularidad, con encuestas en las que el 42% de los escoceses reclamaban su renuncia.
Sturgeon llegó al cargo en 2014, tras la renuncia de Alex Salmond propiciada por el "no" a la independencia en el referéndum nacional que se llevó a cabo ese año. En la rueda de prensa en la que anunció su adiós, indicó que permanecerá en su puesto hasta que el Partido Nacional Escocés (SNP, por sus siglas en inglés) elija a su sustituto.
A la espera de que el SNP designe el sustituto de Sturgeon
Aunque lo abrupto de su decisión ha sorprendido, en los círculos cercanos a los dirigentes nacionalistas ya se daba por hecho que Sturgeon no se presentaría a la relección en las próximas elecciones. La líder del SNP ha sufrido recientemente una serie de reveses políticos, como la derrota en el Tribunal Supremo británico de sus planes de celebrar un nuevo referéndum de independencia y, especialmente, la polémica suscitada por el envío del doble violador Isla Bryson a una cárcel de mujeres tras declarar que ahora es una mujer trans.
Entre los nombres que circulan como posibles sustitutos destacan John Swinney, viceprimer ministro, hombre de plena confianza de Sturgeon; Angus Robertson, secretario escocés de Cultura y Asuntos Exteriores; Kate Forbes, la Secretaria de Finanzas escocesa, actualmente de baja por maternidad tras haber tenido su primer hijo y Humza Yousaf, secretario de Sanidad, uno de los políticos musulmanes y BAME más apreciados.
