El misterioso crimen de Moscow, Idaho: mil pistas y ningún indicio

Dos semanas después, la Policía continúa sin pistas fiables sobre los asesinatos de cuatro estudiantes de la Universidad de Idaho.

Pasaron dos semanas desde que cuatro jóvenes de la Universidad de Idaho fueron asesinados y las autoridades aún no tienen ninguna pista fiable que seguir. El crimen ocurrió el pasado 13 de noviembre. Esa noche, fuera del campus en Moscow, Idaho, se encontraron apuñalados los cuerpos sin vida de Ethan Chapin, 20; Kaylee Gonçalves, 21; Xana Kernodle, 20; y Madison Mogen, de 21 años.

Es la primera vez en siete años que Moscow, una comunidad de 25.000 habitantes, vive un asesinato. Y lo preocupante es que, a pesar de que el FBI pidió ayuda y analizaron unas mil pistas, aún no tienen ningún indicio claro, ni siquiera con el arma homicida. En la última rueda de prensa, la policía aseguró que creen que el arma homicida podría ser un cuchillo de hoja fija estilo militar, y que consideran que el crimen podría ser un ataque "dirigido" y "aislado".

La comunidad de Moscow está colaborando activamente en la investigación. Según el último informe compartido por las autoridades, recibieron un total de 488 envíos de medios audiovisuales a la página de pistas habilitadas por el FBI.

Comunicado de prensa de la Policía de Moscow, Idaho by VozMedia on Scribd

Cronología del crimen

La noche del crimen Kaylee y Madison fueron vistas en un bar deportivo, mientras que Ethan y Xana estaban en una fiesta de una fraternidad. Según la línea de tiempo creada por la policía, todos ellos regresaron a la casa en la que residían las mujeres alrededor de las 2 de la mañana, y los asesinatos se produjeron entre las 3 y las 4 de la mañana. Sin embargo, el crimen no se denunció hasta varias horas después.

Fuente: Departamento de Policía de Moscow.

Fue uno de sus compañeros el que denunció el asesinato. Llamó al departamento de policía de Moscow alrededor del mediodía y dijo que había una "persona inconsciente" en la vivienda situada en la calle King Road. Estaba acompañada de otra persona cuando las autoridades llegaron a la vivienda. Ambas fueron descartadas de ser culpables del asesinato, al igual que todas las personas que se congregaron en la escena del crimen cuando llegó la policía.

Los rumores, perjudiciales para la investigación

Las pistas, a pesar de ser una ayuda para las autoridades, también presentan un problema para la ciudadanía, ya que los rumores están siendo una dificultad añadida para los encargados en la investigación. Ellos advirtieron  a los ciudadanos y a los medios de la necesidad de verificar cualquier información antes de darla a conocer:

Hay especulación, sin respaldo fáctico, avivando los temores de la comunidad y difundiendo hechos falsos. Alentamos a hacer referencia a los comunicados oficiales para obtener información precisa y progreso actualizado.

Una de las pistas recibidas, por ejemplo, asegura que una de las víctimas, Kaylee Gonçalves, podría tener un acosador, lo que le convertiría en el objetivo principal del crimen. No obstante, los investigadores "examinaron extensamente" esta pista y "buscaron cientos de piezas de información" relacionadas con este indicio. Por el momento, no pudieron confirmar la información o identificar al posible acosador.

No es la única pista falsa que recibieron. Esto obliga a la policía a actualizar a diario el documento de la investigación y anunciar cada nuevo descubrimiento. Entre los datos que facilitan está el de la gente exculpada del crimen que, por el momento, son:

  • Los dos compañeros de cuarto que sobrevivieron.
  • Otras personas que estaban en la casa cuando llamaron al 911.
  • La persona que llevó a Gonçalves y Mogen a casa.
  • Un hombre visto en un video de vigilancia de un camión de comida visitado por Gonçalves y Mogen.
  • Un hombre al que Gonçalves y Mogen llamaron "numerosas veces" en las horas previas a su muerte.

Además, las autoridades señalaron que no hay indicios evidentes de que las víctimas fueron atadas o amordazadas y afirman que aún no se sabe la identidad de una de las personas que llamó al 911 denunciando los asesinatos.