Los miembros del Congreso son, junto a los telemercaderes, los peores valorados en una encuesta realizada recientemente por Gallup en la que analizan la honestidad y los estándares éticos de las profesiones. El sondeo, en el que la empresa preguntó a 1.020 adultos estadounidenses "por favor, dígame cómo calificaría la honestidad y los estándares éticos de las personas en estos diferentes campos: ¿muy alto, alto, promedio, bajo o muy bajo?", terminó con los congresistas ocupando el puesto 17 de 18 en el ranking por detrás de profesiones como directivo de empresas y vendedor de automóviles.
Apenas un 2% de los encuestados asegura que los estándares éticos de sus representantes son "muy altos" y, un 7% los califica como "altos". Además, la encuesta realizada entre el 9 de noviembre y el 2 de diciembre de 2022, señala que un 62% de los americanos encuestados creen que sus congresistas tienen problemas de honestidad y ética. De ellos, un 37% afirman que sus estándares son "bajos" y el 25% restante lo califica de "muy bajos".
Algo mejor valorados están los periodistas respecto a los congresistas. Según Gallup, ellos ocupan el puesto número 13 del ranking con un 23% de valoraciones positivas. Están por encima de los ejecutivos de publicidad, que obtienen un 15% de calificaciones "muy altas" o "altas".
Sin embargo, los ciudadanos encuestados confían más en los maestros de secundaria y en los oficiales de policía que en los periodistas y los ejecutivos de publicidad. Esas profesiones obtienen un 50% de calificaciones positivas entre los encuestados, con un 53% y un 50% respectivamente, y ocupan el cuarto y quinto puesto del ranking.
Los sanitarios dominan el ranking
Afortunadamente, los estadounidenses confían mucho en la honestidad y los estándares éticos del personal sanitario. Señala The New York Post que casi ocho de cada diez adultos consideran que las enfermeras tienen estándares éticos "muy altos" (29%) o "altos" (50%). Estos resultados las ponen, de nuevo, en primera posición en la encuesta, como viene sucediendo desde que fueron agregadas a la clasificación en 1999, con la excepción de un año.
Los médicos y los farmacéuticos también cuentan con una alta valoración de honestidad entre los encuestados que les dan, respectivamente, un 62% y un 58% de valoraciones calificadas como "muy altas" o "altas". No obstante, señala Gallup, las tres profesiones disminuyeron significativamente sus niveles de credibilidad durante la pandemia y todas ellas están ahora por debajo a los niveles que alcanzaron antes de 2020.
