Las medidas de la Administración Biden pinchan: los precios suben un 8,2% en septiembre

La inflación sigue en los niveles más altos en 40 años y el coste de los alimentos acumula una subida en lo que va de año del 11,2%.

El dato de la inflación en EEUU del mes de septiembre ha certificado las previsiones más negativas. Los precios aumentaron un 8,2% respecto del mismo mes del año anterior. Este dato supone una caída de sólo una décima sobre la inflación de agosto, que fue del 8,3%. La inflación subyacente, que excluye los precios de alimentos y energía, alcanza ya el 6,6%.

Ello supone que, a pesar de que la Reserva Federal ha aumentado los tipos de interés de forma acelerada, la política de gasto público y el Plan Antiinflación de la Administración Biden están haciendo que aumente la demanda agregada, y que la inflación no se corrija.

Inflación
Fuente: Voz Media

Los datos publicados por la Oficina de Estadísticas Laborales suponen una ligera desaceleración con respecto a los fuertes incrementos del verano, aunque continúa siendo la cifra más alta en 40 años.

Por lo que se refiere a la evolución de los precios a lo largo del mes de septiembre, el dato general muestra que los precios subieron en estos 30 días un 0,4%. Pero la inflación subyacente subió un 0,6%.

El índice de alimentos subió un 0,8% en septiembre, al igual que en agosto. Las frutas y verduras incrementaron su precio un 1,6%, mientras que los cereales y la panadería lo hicieron un 0,9%. Con estas cifras, el precio de los alimentos acumula una subida del 11,2% en el último año.

Apuros para los bancos de alimentos

Como ejemplo de lo que supone este incremento, en el Banco Regional de Alimentos de Los Ángeles, el coste de los alimentos ha subido un 20%, con productos básicos como el pollo, el pavo, los frijoles pintos y el arroz, que han reventado el presupuesto de la organización. Peor aún ha sido el aumento del coste de combustible que se ha disparado un 50%, y eso a pesar de que la bajada del precio de la gasolina de los meses pasados.

Según el director ejecutivo, Michael Flood, en declaraciones a The Washington Post, esta entidad atendió a 800.000 personas en septiembre. Se trata de un número "elevado" que viene siendo habitual en este año. Flood alertó además de que hay familias que tienen que prescindir incluso de la comida, al no poder reunir un cheque entre todos para pagar alquiler, medicamentos o la energía.