La Universidad del Sur de Florida (USF) adoptó un plan de "diversidad, equidad e inclusión" (DEI) que sostiene que una parte de la población del país apoya la "supremacía blanca", incita a los estudiantes a asistir a programas de "reeducación racial", y promueve iniciativas como "desfinanciar a la policía" y la "abolición de las prisiones".
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Un artículo de Christopher F. Rufo en el CityJournal expone que lo enseñado mediante el programa del DEI "pinta un panorama preocupante":
La extensa burocracia de la diversidad de la USF ha convertido el racialismo de izquierdas en una nueva ortodoxia y ha aplicado una política administrativa de preferencias raciales y discriminación. Divide a los individuos en categorías de opresores y oprimidos, presenta el 'antirracismo' como la solución y propone el 'desarrollo de la identidad racial' -que, en la práctica, se asemeja a una forma de programación de culto- como el método necesario de expiación.
Un "racismo sistémico" que "sigue asolando nuestra nación"
Rufo señaló que después de la muerte de George Floyd, los líderes de la USF "condenaron a Estados Unidos como fundamentalmente racista" Y denunciaron un "racismo sistémico" que, según ellos, "sigue asolando nuestra nación". Diversos departamentos de la universidad publicaron comunicados afirmando que una parte del país ha apoyado "siglos de violencia normalizada, opresión estructural y retórica deshumanizadora dirigida contra negros, marrones e indígenas".
En referencia al "racismo sistémico" dentro de la universidad, los administradores del DEI ofrecen una solución llamada la "reeducación racial". En ella se ofrecen unas "sesiones de asesoramiento" que proporcionan un "espacio de sanación" para que "las personas de color discutan los impactos únicos del racismo sistémico" y un "espacio de conexión para que los aliados (blancos) compartan experiencias e identifiquen formas de actuar contra el racismo".
El objetivo de estas sesiones es, según los organizadores, abordar "la xenofobia, los asesinatos de negros desarmados, el racismo sistémico, los privilegios, la opresión y los retos institucionales".
"Recursos antirracistas: El desaprendizaje del racismo y la supremacía blanca"
La Oficina de Asuntos Multiculturales de la USF publicó una guía oficial llamada "Recursos antirracistas: El desaprendizaje del racismo y la supremacía blanca". En ella se promueven materiales para el "desarrollo de la identidad blanca". Se plasma que los blancos sufren de un "privilegio blanco", "culpa blanca" y "fragilidad blanca". Y se expone que estos deben "purgarse de su opresión" y "convertirse en antirracistas activos":
Los blancos deben admitir su complicidad en el racismo, es decir, deben tener un proceso de ‘desintegración’, experimentando una ‘culpa blanca’ y pensando: ‘Me siento mal por ser blanco’.
Después de este proceso –ya desintegrada su identidad racial- entrarían en una fase de "reintegración", pensando "no es culpa mía ser blanco" y comenzarían a participar en el activismo político progresista "trabajando contra los sistemas de opresión" y "utilizando su privilegio para apoyar el trabajo antirracista".
EL DEI también incluyen materiales que promueven iniciativas como desfinanciar a la policía y la abolición de las prisiones.
La finalidad: activismo político "antirracista"
"El punto final de la programación DEI de la USF es el activismo político de izquierdas" mediante el "desarrollo de la identidad racial". Ya que, "los blancos son designados como una clase opresora, que nace con una culpa racial que solo puede ser enmendada a través de elaborados rituales y compromisos con el activismo de izquierdas". Según Rufo:
Estos programas de diversidad, equidad e inclusión son una farsa. En la práctica, promueven la conformidad ideológica, la discriminación racial y sexual, y la exclusión de cualquier grupo que se encuentre en el lado equivocado de la jerarquía identitaria.
