La 'Revolución de las Hojas en Blanco': Xi relaja algunas medidas anticovid pero endurece la represión

El cuadrado blanco, que representa las palabras que la represión y censura comunistas no les han dejado decir, se ha convertido en el símbolo de las protestas.

La Revolución de las Hojas en Blanco en China sigue luchando contra la censura y represión de las autoridades del país. Y consiguiendo torcer ligeramente la mano del presidente Xi Jinping con algunas de las estrictas medidas anticovid. Al mismo tiempo, el régimen comunista ha endurecido la actuación policial contra los manifestantes y reforzado el control en las redes sociales para dificultar las manifestaciones masivas, y, sobre todo, su difusión.

Tras las protestas del fin de semana, algunos gobiernos locales empezaron a aflojar las restricciones, lo que se ha interpretado como un signo de que las autoridades chinas comienzan a abrir la mano. Sobre todo porque la política cero covid es una decisión personal de Xi, que la ha mantenido a pesar de los perjuicios económicos, sociales y personales que ha producido en las regiones afectadas. Urumqi (Xinjiang), donde se produjo el incendio, y que llevaba más de 100 días confinada, reanudó el transporte público parcialmente el lunes. Los servicios de reparto lo hicieron un día después.

¿El fin del cero covid?

Un distrito del centro económico de Guangzhou, donde se produjo una oleada de infecciones por covid, anunció que eximiría de las pruebas masivas a los ancianos, los estudiantes y las personas que trabajan desde casa, salvo que traten de acceder a lugares públicos. Además, en Pekín, las responsables políticos se comprometieron a no cerrar los edificios residenciales durante más de 24 horas. Y la metrópolis de Chengdu, en el suroeste del país, suspendió la construcción de una enorme instalación destinada a albergar a más de 10.000 personas, en una señal de que la cuarentena masiva centralizada podría estar en vías de desaparecer, según The Washington Post.

Durante el lunes las concentraciones continuaron, dejando claro que el espíritu de la revolución sigue vivo, aunque fueron poco numerosas. En algunos lugares apenas se congregaron docenas de manifestantes, bajo una asfixiante supervisión policial que esta vez no se dejó sorprender y aplastó cualquier intento de hacer un guiño que recordara las marchas  y reuniones del fin de semana. Para empezar, centenares de agentes se encontraban desplegados previamente en los lugares donde se celebraron las protestas, desanimando a muchas de las personas que se acercaban a la zona.

Actitud belicosa de la policía

Además, los policías mantuvieron una actitud mucho más belicosa que durante el sábado y el domingo, procediendo a detener e intimidar a los ciudadanos rápidamente. Aunque no hay cifras oficiales, los manifestantes denunciaron 77 arrestos sólo durante la noche del lunes. Según recoge The Washington Post, en Hangzhou, la policía acorraló a un joven con gafas para arrancarle de las manos un ramo de crisantemos, símbolo de luto. "¿No puedo llevar algunas flores al Lago Oeste?", interpeló a los policías, que trataron de llevarse al hombre por la fuerza. No obstante, ante la presión de las personas que se encontraban en la zona, lo dejaron marchar.

Cuadrados blancos frente a la censura

Los crisantemos no son la única referencia de las manifestaciones. De hecho, el símbolo que ha dado nombre a esta revolución en China son las hojas en blanco que portan los manifestantes y exhiben ante las fuerzas del orden. También internet y las redes sociales se han llenado de cuadrados blancos. Los simpatizantes cambiaron sus fotos de perfil por cuadrados blancos y publican emojis de este signo (⬜) e imágenes para tratar de esquivar a los censores y mostrar su solidaridad con los manifestantes. Simbolizan las palabras que los ciudadanos no pudieron decir ante la censura de un régimen cada vez más autoritario. Serían la voz del silencio, o como apuntan algunos analista, una forma de convertir el silencio en un arma de protesta. Por otro lado, como apunta, Jemimah Steinfeld, editora jefe de Index on Censorship: "¿Al fin y al cabo, ¿cómo se puede (...) castigar a alguien que no ha dicho nada?".

Spam pornográfico, nueva forma de censura

No obstante, las autoridades chinas son expertas en la censura online y pronto procedieron a prohibir cuentas y publicaciones sospechosas para evitar que los manifestantes pudieran organizarse a través de las redes. Un ejército en la sombra eliminó publicaciones, vídeos y hashtags de las principales redes sociales. También recurrieron a bots que llenaron de spam pornográfico las RRSS para distraer la atención. Por supuesto, la frase "papel en blanco" fue prohibida rápidamente, lo que llevó a los simpatizantes a agudizar el ingenio con las fotos de perfil, emoticonos y fotos.

Es más, las autoridades anunciaron que el nuevo reglamento que entrará en vigor el 15 de diciembre de 2022 convertirá en igual de culpable a la persona que de un "like" a una publicación que al autor. También se añade presión a los proveedores de estos servicios como responsable de los contenidos. Los autores también deberán velar por el contenido de los comentarios a su publicación original para no ser acusados.

El antecedente de Hong Kong

No se trata de la primera vez que los censores chinos se enfrentan a los cuadrados blancos. Tras la promulgación de la draconiana Ley de Seguridad Nacional en 2020, que prohíbe taxativamente los eslóganes en las protestas, los manifestantes en Hong Kong recurrieron a las hojas en blanco para simbolizar su lucha.