La mitad de los investigadores de Sanidad que acudieron a East Palestine cayeron enfermos

Los CDC confirman que el equipo que estudió los efectos sobre la salud del vertido químico del tren de Ohio tuvo síntomas de mareos, dolores de cabeza y náuseas.

El vertido químico del tren que descarriló en Ohio tuvo efectos sobre la salud de los 15 investigadores federales que acudieron a East Palestine. De acuerdo con un comunicado de los Centers for Disease Control (CDC), siete de los 15 investigadores cayeron enfermos después de su estancia por trabajo en la zona afectada por el vertido del tren.

De acuerdo con la información que reporta CNN, los investigadores que cayeron enfermos tuvieron síntomas de mareos, vómitos, náuseas y dolor de cabeza. Son síntomas parecidos a los que habitantes de la localidad de East Palestine presentaron después del incidente medioambiental. El equipo de investigadores contrajo los síntomas mientras realizaba tareas de monitorización de la población local, yendo de puerta a puerta para realizar encuestas.

Todos cayeron enfermos a la vez y con los mismos síntomas. La agencia federal asegura que pese a esto, no han determinado qué causó el estado de los trabajadores federales. La fuente de los CDC citada por CNN también dijo que los síntomas desaparecieron pocos días después de abandonar la zona afectada por el derrame de químicos, y que por esta razón no se informó antes del suceso.

El Gobierno negó efectos en la salud

Esta información contradice, sin embargo, las afirmaciones del Gobierno federal y de la empresa responsable del desastre, Norfolk Southern, que aseguraron que ni el agua ni el aire de East Palestine se habían convertido en nocivos para la salud después del derrame de químicos.

Mientras, los trabajos de limpieza continúan en East Palestine. Se estima que las agencias federales han limpiado ya alrededor de 11.960 toneladas de suelo contaminado por el vertido de, principalmente, cloruro de vinilo. Se suman también cerca de 10 millones de galones de agua contaminada. Los últimos tests llevados a cabo en los dos arroyos que pasan cerca de la localidad siguen dando positivo en unos niveles muy elevados de contaminación química.