La invasión rusa a Ucrania, 365 días después: sin síntomas del fin de la guerra

En su primer aniversario, la guerra en el este de Europa ha dejado miles de civiles muertos y heridos y una crisis económica y energética difícil de paliar.

Este viernes se cumplen 365 días del comienzo de la invasión rusa a Ucrania. Un año después, la agresión continúa: las alarmas antiaéreas siguen sonando en el territorio ucraniano y los estruendos de las bombas no cesan.

Cinco días antes del primer aniversario y sin previo aviso, Joe Biden viajó a Kiev para reflejar su apoyo incondicional a Ucrania. El presidente estuvo con Volodímir Zelenski y le comunicó un nuevo paquete de ayuda militar de 500 millones de dólares, al margen de los millones ya enviados a lo largo de este año. Biden dejó claro durante su viaje por Europa que "defenderá cada pulgada de los territorios de los miembros de la Alianza Atlántica". Durante la Conferencia de Seguridad en Múnich (Alemania), la vicepresidenta Kamala Harris culpó a Rusia de cometer "crímenes contra la humanidad".

Las miradas también están puestas en China. En un principio, Xi Jinping quiso presentarse como mediador en el conflicto. Pero esa pretensión parece desvanecerse después de que fuentes del régimen comunista chino confirmasen la visita de su presidente a Moscú. Putin presumió de esa futura recepción a Xi Jinping, afirmando que "la cooperación entre la República Popular China y la Federación Rusa tiene una gran importancia para la estabilidad de la situación internacional".

Comienzo de la invasión

Como precedente, en 2014 Rusia irrumpió en la península de Crimea, anexionando el territorio a sus dominios y declarando como repúblicas independientes las provincias de Donetsk y Luhansk. La llegada de Zelenski a la presidencia de Ucrania alteró más a un Putin que veía como su homólogo ucraniano se acercaba a Occidente. Debido a esto, el mandatario ruso desplegó a sus tropas en la frontera poco antes de que comenzase la invasión.

El 24 de febrero de 2022, Vladímir Putin invadió la región del Dombás (territorio ucraniano), que marca el límite entre ambos países. Varias flotas militares desembarcaron en ciudades portuarias como Odesa o Mariúpol y los bombardeos llegaron hasta Kiev, la capital. Entonces, Putin informó, a través de la televisión pública, que sus acciones contra Ucrania entraban dentro de "una operación militar especial". "Nuestros planes no son ocupar Ucrania, no pensamos imponernos a nadie", dijo.

Por su parte, Zelenski aplicó la ley marcial en Ucrania y ordenó a sus tropas que se movilizasen para defender el territorio ucraniano:

La movilización se llevará a cabo en un plazo de 90 días de la entrada en vigor del presente decreto. Esta normativa permanecerá en vigor durante el período del régimen legal de la ley marcial. Pedimos a los ciudadanos que tengan en consideración esta información.

Ante el comienzo de la invasión, Estados Unidos reaccionó ante el avance de las tropas rusas. Joe Biden emitió un comunicado en el que responsabilizaba a Putin de todas las víctimas y los daños que se produjesen:

El presidente Putin ha elegido una guerra premeditada que traerá una pérdida catastrófica de vidas y sufrimiento humano. Rusia es la única responsable de la muerte y la destrucción que traerá este ataque, y Estados Unidos y sus aliados y socios responderán de forma unida y decisiva. El mundo hará que Rusia rinda cuentas.

Miles de víctimas mortales, heridos y refugiados

Según la Oficina del Alto Comisionado para los Derechos Humanos (OHCHR), los doce primeros meses de la guerra dejaron más de 8.000 civiles muertos -casi 500 menores de edad- y una cifra de heridos superior a 13.000. El general Mark Milley, jefe del Estado Mayor Conjunto de EEUU, afirmó que unos 40.000 civiles perdieron la vida en el conflicto.

El número de militares muertos no se concreta. Mientras el Estado Mayor del Ejército de Ucrania cifró en más de 140.000 las tropas rusas que perdieron la vida en combate, el ministro de Defensa ruso calculó que algo menos de 6.000 murieron. En el otro bando, el Gobierno ucraniano estimó entre 10.000 y 13.000 el número de bajas.

La comunidad internacional activó un plan para acoger a miles de familias ucranianas que huyeron de la guerra. Según los datos de la OHCHR, casi una cuarta parte (ocho millones de ciudadanos aproximadamente) del número total de personas que residían en Ucrania se inscribieron en programas de protección temporal o programas nacionales de protección similares en Europa. En Estados Unidos, Joe Biden anunció el programa Uniting for Ukraine, con el que se comprometía a acoger a unos 100.000 ucranianos. Hasta la fecha, aproximadamente 2.000 fueron aceptados por la Administración Biden.

Impacto económico y crisis energética

Al margen de las víctimas mortales, heridos y refugiados, otro de los graves estragos que deja esta invasión tiene que ver con la economía. Los precios de los productos exportados por Rusia -de los que dependen muchos países de la Unión Europea- se dispararon, afectando directamente a las familias y los consumidores.

También en materia energética, en el que Rusia aplicó cortes en el suministro de gas natural a Alemania o a Francia. En agosto, Putin cerró el gasoducto Nordstream 1, que transporta el hidrocarburo desde Rusia a Alemania a través del mar Báltico.

Envío militar de la comunidad internacional y corrupción en Ucrania

El principal reclamo de Zelenski en estos 365 días ha sido de ámbito militar. A finales de enero, Biden anunció el envío de 31 carros de combate M1 Abrams. Por otra parte, Olaf Scholz, canciller alemán, comunicó la cesión de 14 carros de combate Leopard 2, además de munición y apoyo logístico.

El presidente ucraniano quiere más. Sabe que para derrotar a Rusia, necesita un equipamiento militar superior al que dispone. Un día después de conocer el anuncio de Biden, el gobierno de Zelenski solicitó a la comunidad internacional aviones de combate F-16. EEUU no tiene previsto el envío de este tipo de armamento por el momento.

Entre las alarmas y las explosiones, a Zelenski le surgió otro problema. A finales de enero, el mandatario ucraniano anunció varios despidos y renuncias en algunos de los puestos más importantes de su gabinete. Unas decisiones que estuvieron ligadas a denuncias por corrupción.