El Departamento del Trabajo informó que en el mes de diciembre de 2022 el Índice de Precios del Consumidor (IPC) se situó en el 6,5% en términos interanuales. La cifra supone un descenso de ocho décimas respecto al dato de noviembre (7,3%). Asimismo, la inflación subyacente -que es el resultado de excluir del cálculo los precios de los alimentos y la energía- se situó en diciembre en el 6%, tres décimas menos que el mes anterior.
La constante escalada de la inflación llevó a la Reserva Federal (FED) a subir los tipos de interés a un ritmo especialmente acelerado, como parte de los continuos intentos del banco central para mejorar la economía. Durante 2022, el precio del dinero se ha elevado en más cuatro puntos porcentuales.
La inflación se encuentra actualmente por debajo del máximo registrado en cuatro décadas (9,1%) en junio. No obstante, aunque se ralentice gradualmente, sigue siendo alta para muchos estadounidenses, que lo ven reflejado al comprar o pagar por sus productos de primera necesidad como los alimentos, la energía y los alquileres, los cuales se han disparado en los últimos 18 meses.
Los alimentos se encarecen
A pesar de que la inflación se modere o baje, los precios de los alimentos siguen siendo altos. Se encarecieron a un total del 10,4% interanual. Subieron en tres décimas sólo de noviembre a diciembre.
La subida interanual del precio de la energía experimentó en el último mes del año 2022 una moderación de 5,8 puntos, hasta situarse en 7,3%. Se trata del menor incremento de los precios energéticos desde febrero de 2021, cuando comenzaron a verse los resultados de la pandemia en forma de crisis económica.
En cuando al trabajo, la tasa de desempleo ajustada estacionalmente fue del 1,1% para la semana que finalizó el 31 de diciembre, lo que supone una disminución de 0,1 puntos porcentuales con respecto a la tasa de la semana anterior.
El informe del IPC de diciembre es el último antes de que la Fed tome una decisión sobre las tasas de interés el 1 de febrero, según CNBC.
