La cultura Woke y la ESG, claves para la burbuja y quiebra de FTX

El analista y cofundador de Palantir Jon Lonsdale denuncia que las donaciones al Partido Demócrata y las inversiones de Sam Bankman-Fried en temas sociales y medioambientales cegaron a los organismos de control.

La principal causa de la burbuja y posterior quiebra de FTX se encuentra en la cultura woke y la perversión de la ESG -Ambiental, Social y Gobernanza" derivada de ella. Así de contundente se mostró Jon Lonsdale, un inversor de riesgo y cofundador de Palantir. El empresario denunció que las donaciones del CEO de la compañía, Sam Bankman-Fried, al Partido Demócrata y las inversiones en temas de interés para este partido le otorgaron un "brillo que lo señalaba como virtuoso" que cegó a las autoridades de control.

"¿Cómo ha conseguido una empresa Ponzi en las Bahamas sin consejo de administración y con auditores metaversos una buena puntuación ESG?" se preguntó Lonsdale durante una entrevista con Fox. Él, por su parte, tiene muy clara la respuesta: "Porque la ESG es una estafa, diseñada para recompensar el engreimiento moral de los woke, para aplastar a las industrias que la izquierda odia, y para hacer que la gente tenga miedo de hablar en contra de las instituciones y los líderes de la izquierda".

"La ESG es una estafa"

Lonsdale explicó que "Sam Bankman-Fried, que dirigía FTX, sabía que si daba señales de virtud, si daba mucho dinero a las causas que le importaban a los demócratas, si se convertía en el gran donante de la izquierda, se convertía en el favorito de las empresas de medios de comunicación a las que se donaba, obtendría este cálido brillo de señales de virtud". Algo que, denuncia el analista, no es algo exclusivo de este caso: "Una gran parte de nuestro mundo corporativo, una gran parte de la lista Fortune 500, está señalando la virtud para tratar de obtener recursos gratuitos, para tratar de ser básicamente recompensado basado en el hecho de que una gran cantidad de instituciones están ahora capturadas por estos marcos ESG".

Lejos de ser un juicio de valor de Lonsdale, el mismo Bank-Fried reconoció en una entrevista por mensajes privados en Twitter a la periodista de Vox Kelsey Piper que éste era su modo de actuar: "la ESG está pervertida de forma irreconocible".  El exCEO de FTX reconocía, además, que él hablaba de ética sin luego seguirla. "Es de lo que están hechas las reputaciones. Este tonto juego al que jugamos los occidentales woke en el que decimos todos los tópicos correctos y así gustamos a todo el mundo".

Hablar de o hacer realmente el bien o el mal

Tras hacerse pública la conversación, el mismo SBF publicó en la misma red algunas puntualizaciones, destacando la diferencia entre "hacer *realmente* el bien o el mal, no sólo *hablar* de hacer el bien o *usar el lenguaje ESG*".

"Fracaso completo de los controles corporativos"

Para ejemplificar, Lonsdale compara la puntuación de FTX y la del gigante energético ExxonMobil según el índice Truvalues en lo referente a "liderazgo y gobernanza" en la que la compañía cripto se situaba por encima. Algo que primeros análisis de John Ray III, nuevo director general de FTX, encargado de supervisar el procedimiento de quiebra, han demostrado que era absolutamente falaz. Ray III subrayó que jamás "había visto un fracaso tan completo de los controles corporativos y una ausencia tan completa de información financiera fiable."

Bankman-Fried, lejos de ocultarse, continúa participando en charlas y convenciones desde las Bahamas. El día anterior a la publicación de esta noticia, el fundador de FTX participó online en Dealbook Summit donde se le preguntó si había mentido para favorecer a FTX, a lo que respondió: "¿Creo, estoy de acuerdo en que he mentido? No sé de momentos en los que haya mentido, creo que, mira, ciertamente hay momentos en los que estaba actuando como, um, como representante, como agente de márketing de FTX".