Jair Bolsonaro rompe su silencio dos días después de perder las elecciones

El presidente de Brasil emitió un comunicado de menos de dos minutos en el que evitó mencionar a su adversario, Lula da Silva.

El presidente de Brasil, Jair Bolsonaro, se pronunció dos días después de perder las elecciones presidenciales. Lo hizo en un discurso en el que evitó hablar de su adversario, Lula da Silva. Sus declaraciones llegaron 44 horas después de que se anunciase la victoria de da Silva, y duraron apenas dos minutos.

El todavía presidente (hasta el 1 de enero de 2023) habló de las protestas que recorren el país: "Los actuales movimientos populares son el resultado de la indignación y un sentimiento de injusticia por la forma en que se dio el proceso electoral", aseguró haciendo referencia a las congregaciones que se están produciendo en todo el país convocadas por muchos ciudadanos que están en contra del resultado electoral.

A esas personas también les quiso mandar un mensaje: "Las manifestaciones pacíficas siempre son bienvenidas pero nuestros métodos no pueden ser los de la izquierda que siempre han perjudicado a la población con cosas como la invasión de propiedades, la destrucción del patrimonio y la restricción del hecho de ir y venir".

El presidente de Brasil, que en ningún momento menciono a Lula da Silva, quiso concluir sus declaraciones dejando claro que acatará la Constitución y que su partido continuará siendo el mismo.

Nuestra robusta representación en el Congreso muestra la fortaleza de nuestros valores: 'Dios, patria, familia y libertad'. Formamos diversos liderazgos en todo el país. Nuestro sueño está más vivo que nunca. Estamos por el orden y el progreso.

Unas palabras que el líder conservador reafirmó asegurando que "es un honor ser el líder de millones de brasileños que, como yo, defendemos la libertad económica, la libertad religiosa, la libertad de opinión, la honestidad y los colores verde y amarillo de nuestra bandera".

Transcripción completa del discurso de Jair Bolsonaro

Quiero comenzar agradeciendo a los 58 millones de brasileños que votaron por mí el último 30 de octubre.

Los actuales movimientos populares son el resultado de la indignación y un sentimiento de injusticia por la forma en que se dio el proceso electoral. Las manifestaciones pacíficas siempre son bienvenidas pero nuestros métodos no pueden ser los de la izquierda que siempre han perjudicado a la población como la invasión de propiedades, la destrucción del patrimonio y la restricción del hecho de ir y venir.

La derecha surgió realmente en el país. Nuestra robusta representación en el Congreso muestra la fortaleza de nuestros valores: 'Dios, patria, familia y libertad'. Formamos diversos liderazgos en todo el país.

Nuestro sueño está más vivo que nunca. Estamos por el orden y el progreso. Aun enfrentando a todo el sistema superamos una pandemia y las consecuencias de una guerra. Siempre me rotularon como antidemocrático y, al contrario de mis acusadores, siempre jugué dentro de las cuatro líneas de la Constitución. Nunca hablé de controlar o censurar los medios y las redes sociales. Como presidente de la república y ciudadano, seguiré cumpliendo todos los mandamientos de nuestra Constitución.

Es un honor ser el líder de millones de brasileños que, como yo, defendemos la libertad económica, la libertad religiosa, la libertad de opinión, la honestidad y los colores verde y amarillo de nuestra bandera. Muchas gracias.