Israel abrirá al público las excavaciones de la piscina de Siloé

Las autoridades arqueológicas abrirán a los visitantes por primera vez en 2.000 años el lugar donde Jesús curó a un ciego de nacimiento.

La piscina de Siloé, el lugar donde Jesús curó a un ciego y lugar de peregrinación y sanación para los judíos, se abrirá al público próximamente por primera vez en casi 2.000 años. Así lo anunciaron la Autoridad  de Antigüedades de Israel (IAA, sus siglas en inglés), la Autoridad de Parques de Israel y la Fundación Ciudad de David, responsables de la excavación y acondicionamiento del lugar bíblico.

En declaraciones a Fox News, Ze'ev Orenstein, director de asuntos internacionales de la Fundación Ciudad de David de Jerusalén, anunció: "Uno de los lugares más significativos que afirman la herencia bíblica de Jerusalén -no simplemente como una cuestión de fe, sino de hecho-, con importancia para miles de millones de personas en todo el mundo, será totalmente accesible por primera vez en 2.000 años".

"Caminar literalmente sobre las huellas de la Biblia"

Desde hace unos años, los visitantes ya pueden visitar una pequeña parte del estanque, totalmente despejada y acondicionada. Sin embargo, los trabajos continúan para sacar a la luz la mayor parte de la construcción. Aún no está claro si se irá abriendo al público a medida que las labores lo permitan, o se esperará a que las labores concluyan para permitir el libre acceso a todo el yacimiento. En cualquiera de los dos casos, lo que sí es seguro es que se habilitará un espacio para que los visitantes puedan contemplar los avances de la excavación. Se prevé que la excavación completa de la piscina tardará aún unos años.

Además de su valor arqueológico, Orensetein destacó la importancia religiosa que supone este hecho: "A pesar de los continuos esfuerzos de las Naciones Unidas y de los dirigentes palestinos por borrar el patrimonio de Jerusalén, dentro de unos años, los millones de personas que visitan anualmente la Ciudad de David podrán caminar literalmente sobre las huellas de la Biblia, conectando con las raíces de su patrimonio e identidad".

"Atestigua la verdad de las escrituras"

Algo en lo que insistió el reverendo Johnie Moore, presidente del Congreso de Líderes Cristianos, al señalar que con descubrimientos como el de la piscina de Siloé, "hay hechos históricos que atestiguan la verdad de las Escrituras":

En la piscina de Siloé, encontramos una prueba de la historia preservada para nosotros, revelada en el momento justo. Se trata de un acontecimiento verdaderamente histórico. Teológicamente afirma las Escrituras, geográficamente afirma la historia y políticamente afirma el vínculo incuestionable e inigualable de Israel con Jerusalén. Algunos descubrimientos son teóricos. Éste es innegable. Es una prueba de la historia de la Biblia y de su pueblo, Israel.

Descubierta en 2004

El descubrimiento del enclave fue providencial. En 2004, la compañía de aguas Hagihon realizó unas unas obras de infraestructura que dejaron al descubierto algunos de los escalones de la piscina. La IAA, bajo la supervisión de los profesores Roni Reich y Eli Shukron, inició una prospección. Gracias a ella, se desenterraron el perímetro norte y una pequeña parte del perímetro este del estanque. El hallazgo supuso una revolución para la arqueología e incluso para las grandes religiones, que históricamente consideraron que se encontraba ubicada en otro lugar y no en la ciudad de David.

Según los expertos y la Fundación Ciudad de David, la construcción de la piscina data de hace 2.700 años, durante el reinado de Ezequías. Se creó como parte del sistema de abastecimiento de agua de Jerusalén en el siglo VIII a.C. y aparece mencionada en el Libro Segundo de los Reyes (20,20). En el comunicado oficial de la IAA, se explica:

La Piscina de Siloé servía de depósito para las aguas del manantial de Gihón, que se desviaban a través de un túnel de agua subterráneo, por lo que ya se consideraba una de las zonas más importantes de Jerusalén en el periodo del Primer Templo. Debido a su ubicación e importancia, la Piscina de Siloé fue renovada y ampliada hace unos 2.000 años, a finales del periodo del Segundo Templo. Se cree que millones de peregrinos la utilizaban como baño ritual ("mikve") antes de subir al Templo por la Ciudad de David.

Lugar santo para judíos y cristianos

Durante mucho tiempo, miles de peregrinos se congregaban en los escalones a la espera de que un ángel moviese las aguas al tocarlas y curara al primero que entrara en la piscina. Según el evangelio de San Juan (9, 1-41) Jesús curó allí a un ciego de nacimiento. En el pasaje, Jesús cura al hombre tras ser preguntado por sus discípulos si su ceguera era culpa de él mismo o de sus padres. "No es que pecó este, ni sus padres, sino para que las obras de Dios se manifiesten en él", respondió Jesús, que, a continuación, "escupió en tierra, e hizo lodo con la saliva, y untó con el lodo los ojos del ciego, y le dijo: Ve a lavarte en el estanque de Siloé. Fue entonces, y se lavó, y regresó viendo".