Un informe denuncia "abuso sistémico" en el fútbol femenino estadounidense

Tras un año de investigación se han descubierto "abusos, conductas inadecuadas-verbales y emocionales- y comportamientos sexuales inapropiados".

La Federación estadounidense de fútbol publicó el resultado de la investigación independiente que encargó a la ex fiscal general Sally Q. Yates sobre las denuncias de abusos de varias jugadoras profesionales. Tras un año de trabajo, el informe reveló "una liga en la que el abuso y las conductas inadecuadas -verbales y emocionales y los comportamientos sexuales inapropiados- se habían vuelto sistémicos, abarcando múltiples equipos, entrenadores y víctimas".

Yates denunció que, a pesar de todo, "nadie en los equipos, la Liga o la Federación exigió algo mejor a los entrenadores", permitiendo que estos comportamientos continuaran. La ex fiscal es muy crítica al señalar que "los acusados pasaron de un equipo a otro, e incluso a la Federación estadounidense, porque los equipos, la Liga y la federación no identificaron ni informaron de la mala conducta de los entrenadores".

"Cultura del abuso, silencio y miedo a las represalias"

El informe señala que "la cultura del abuso, el silencio y el miedo a las represalias perpetuaron la mala conducta". En este sentido, Yates lamentó la falta de un protocolo de seguridad para las jugadoras, lo que hacía aún más difícil denunciar por temor a posibles represalias. Además, la investigación señala que las jugadoras" venían sufriendo abusos desde juveniles", con lo que al llegar a profesionales estas conductas estaban casi normalizadas.

La Federación estadounidense abrió una investigación tras la denuncia de dos exjugadoras, Sinead Farrelly y Mana Shim, en The Athletic de los abusos sufridos a manos de su anterior entrenador Paul Riley. El técnico negó todo, pero fue fulminantemente despedido de su equipo en esos momentos en Carolina del Norte. Ante la gravedad de los hechos denunciados, la comisionada de la NWSL, Lisa Baird, dimitió poco después.

Escalada tras la primera denuncia

A pesar de que el escándalo estalló tras esta publicación, ya se habían comunicado casos de abuso anteriores. Así, Richie Burke, entrenador del Washington Spirit, perdió su puesto tras ser acusado de abuso verbal y emocional. También Christy Holly, fue despedido ante las denuncias de jugadoras.

El caso continuó cuando las jugadoras de NJ/NY Gotham FC, Spirit, NC Courage y Racing Louisville detuvieron sus respectivos encuentros en el minuto seis. En un acto concertado, las futbolistas enlazaron los brazos en un círculo en el centro del campo. Fue una protesta de toda la liga por la falta de protección de los jugadores. "El ajuste de cuentas ya ha comenzado. No nos quedaremos callados. Seremos implacables en nuestra búsqueda de una liga que merezca a las jugadoras en ella", avisó la Asociación de Jugadoras de la NWSL en un comunicado el 6 de octubre de 2021.

Las jugadoras se plantan

La protesta estuvo apoyada por las jugadoras más reconocidas internacionalmente, como Alex Morgan, que subieron a sus redes sociales la denuncia de la asociación y exigieron responsabilidades.

El informe, que tiene más de 300 páginas, incluyó más de 200 entrevistas con jugadoras actuales y antiguas, entrenadores, propietarios y personal de los clubes. La Federación también proporcionó documentos y la empresa de Yates revisó 89.000 que se consideraron relevantes.

Escuchamos informe tras informe de diatribas implacables y degradantes; manipulación que tenía que ver con el poder, no con la mejora del rendimiento; y represalias contra los que intentaban dar la cara. Aún más inquietantes fueron las historias de mala conducta sexual. Los jugadores describieron un patrón de comentarios con contenido sexual, insinuaciones y tocamientos sexuales no deseados y relaciones sexuales coercitivas.

En las conclusiones del informe, Yates recoge que "el abuso en la NWSL está arraigado en una cultura más profunda en el fútbol femenino, comenzando en las ligas juveniles, que normaliza el abuso verbal de los entrenadores y difumina los límites entre entrenadores y jugadoras".

Reacciones

La U.S. Soccer señaló, nada más publicar el informe que "inmediatamente 1) establecerá una nueva Oficina Nacional de Seguridad de los Participantes, 2) publicará los registros de fútbol de la Base de Datos Disciplinaria Centralizada de SafeSport, y 3) ordenará un estándar mínimo uniforme para la comprobación de antecedentes de todos los miembros de U.S. Soccer".

Por su parte, La Liga de fútbol femenino (NWSL) y la asociación de jugadoras, indicaron que estaban revisando el informe. Ambas entidades, además, confirmaron que también están llevando a cabo una investigación.