Los miembros de la banda de rock Journey parecen lejos de reencontrarse en el escenario. El mes pasado el teclista Jonathan Clain acudió a la propiedad del expresidente Donald Trump en Mar-a-Lago, donde interpretó temas de éxito como Don't stop Believin. La actuación tuvo lugar en una fiesta a la que asistieron muchos republicanos y en los “coros” cantaban figuras trumpistas como Marjorie Taylor Greene, Kimberly Guilfoyle y Kari Lake.
Marjorie Taylor Greene, Kimberly Guilfoyle, and Kari Lake sang “Don’t Stop Believin’” along with Journey keyboardist Jonathan Cain at a recent event with Trump at Mar-a-Lago. pic.twitter.com/dvSp1z62BX
— PatriotTakes 🇺🇸 (@patriottakes) November 23, 2022
La marca Journey
La actuación llevó al guitarrista y cofundador de Journey, Neal Schon a enviar una carta formal a Cain donde dejó claro que las canciones del grupo no se usarán con fines políticos. En la carta obtenida por Variety, Schon expresó su descontento hacia Cain por tocar música de la banda en las fiestas privadas del expresidente y demanda un cese de actividad contra su compañero.
La carta, dice en parte:
Aunque el Sr. Cain es libre de expresar sus creencias personales y asociaciones, cuando lo hace en nombre de Journey o para la banda, tal conducta es extremadamente perjudicial para la marca Journey, ya que polariza a los fans de la banda y el alcance. Journey no es, y no debería ser, política. El Sr. Cain no tiene derecho a utilizar Journey para hacer política. Su política debería ser asunto suyo. No debería capitalizar la marca Journey para promover su agenda política o religiosa, personal en detrimento de la banda.
Jonathan Cain forma parte del círculo íntimo de Trump y su esposa, Paula White, desde hace ocho años es la asesora espiritual del expresidente.