Fiasco de la videovigilancia: Los Ángeles es una de las ciudades con más cámaras... y de las más inseguras

Dejando a un lado las ciudades chinas, L.A. es la décima del mundo en número de cámaras por habitante.

Paul Bischoff, experto en tecnología de videovigilancia y activista por el derecho a la privacidad, ha escrito un artículo para Comparitech titulado “Las ciudades del mundo más vigiladas”. El ideal totalitario de que el Estado pueda vigilar y controlar a todos los súbditos está siendo facilitado por la colocación de cámaras en las calles, en combinación con la tecnología de reconocimiento facial. 

Es precisamente un estado totalitario, China, el número uno en utilización de cámaras para vigilar la población. Según un estudio conducido por IHS Markit, en China hay 540 millones de CCTV, lo que supone que hay 327,8 cámaras por cada 1.000 habitantes en la dictadura asiática. 

China y la India

En una lista de las diez primeras ciudades del mundo en número de cámaras por habitante, muy probablemente las diez fueran chinas. Pero no se puede conocer el dato exacto en cada ciudad de aquel país, por lo que agrupa en el primer puesto a todas ellas.

Fuera de esa categoría de ciudades chinas, la número dos es Indore, en India, con algo más de 200.000 cámaras para 16,349.831 habitantes; 62,52 cámaras por cada 1.000 habitantes. 

Las tres siguientes en la lista son indias: Hyderabad, Delhi y Chennai. Después, en el puesto sexto hay otra ciudad asiática, Singapur. La número 7 es Moscú, capital de un país entre dos continentes, Asia y Europa, y le sigue Bagdad, que está en el mismo huso horario. 

Los Ángeles

Según bajamos en la lista, nos vamos desplazando más hacia el oeste: Londres es la novena (13,35 cámaras por 1.000 habitantes), San Petersburgo (12,65), y Los Ángeles (8,77 cámaras por cada 1.000 habitantes).

En los países democráticos, el principal uso de las cámaras de vigilancia en las calles es la lucha contra el crimen. Pero no parece ser muy efectivo. Bischoff incluye un gráfico en el que compara los datos de uso de cámaras con datos de criminalidad, y no se observa una correlación entre los dos. “En términos generales, más cámaras no reducen necesariamente las tasas de criminalidad”. 

No reduce la criminalidad

Desde luego, ser una de las primeras ciudades occidentales en vigilancia de los propios ciudadanos no la ha convertido en una de las más seguras de los Estados Unidos. Al contrario: Es una de las 10 ciudades santuario más peligrosas del país, por adoptar políticas progresistas en la lucha contra el crimen, como la desfinanciación de la Policía. 

Nada de ello impide a San Francisco, otra de las grandes ciudades de California, adoptar por otra política orwelliana. La ciudad ha aprobado una ordenanza que permitirá a la Policía acceder a las cámaras de videovigilancia privadas, sin orden judicial. Según la Electronic Frontier Foundation, 

Permite a la policía vigilar 'eventos significativos', definidos vagamente como eventos grandes o de alto perfil, para la colocación de personal policial. Esto da esencialmente a la policía luz verde para vigilar -en tiempo real- las protestas y otras actividades protegidas por la Primera Enmienda, siempre que requieran barricadas o cierres de calles asociados a las reuniones públicas.