Fuerzas iraníes asaltan un segundo petrolero en el estrecho de Ormuz con rumbo a Emiratos Árabes Unidos

Es el segundo apresamiento que realiza Irán en menos de una semana en la misma zona

El pulso entre Irán y Estados Unidos en el estrecho de Ormuz continúa. Este miércoles fuerzas especiales de la Marina de Irán asaltaron un petrolero de bandera panameña, el Niovi, que se dirigía hacia Emiratos Árabes, un país musulmán suní, tradicionalmente aliado de Arabia Saudí y Estados Unidos, también enfrentados con Irán, la gran potencia chií. El petrolero comercial Niovi atravesaba el estrecho de Ormuz, que separa el golfo de Omán y el golfo Pérsico, cuando fue perseguido y alcanzado por varias lanchas rápidas pertenecientes a la Armada de la Guardia Revolucionaria Islámica de Irán (IRGCN). Aproximadamente doce miembros de este cuerpo de élite del Gobierno iraní rodearon y abordaron el buque para posteriormente obligarlo a navegar hacia aguas territoriales iraníes.

Se trata del segundo apresamiento de un buque extranjero por parte de Irán en los últimos días. El petrolero Advantage Sweet, con bandera de las Islas Marshall, fue apresado la semana pasada por fueras iraníes tras abandonar Kuwait rumbo a Houston, según denunció la Marina estadounidense. En aquella ocasión, un vídeo mostraba cómo los soldados iraníes desembarcaban desde un helicóptero en la cubierta del Advantage Sweet y se hacían con el control de la nave.

Estados Unidos tiene una base militar en territorio de Emiratos Árabes Unidos, hacia cuya capital, Dúbai, se dirigía el Niovi como primer destino. El estrecho de Ormuz, muy cerca de las costas de Irán, es uno de los lugares por los que transita la mayor parte del petróleo mundial y de los más peligrosos por las continuas acciones ilegales del Ejército de los ayatolás. Arabia Saudí, con el apoyo de Emiratos y otros países seguidores del islam suní, están enfrentados con Irán, de mayoría musulmana chií, por el control del cercano Yemen, un país que se desangra en una terrible guerra civil que dura ya casi diez años entre los partidarios del presidente Al Hadi y grupos independentistas del sur del país ( suníes) contra los guerrilleros hutíes, de mayoría chií y apoyados por Irán.