Sacheen Littlefeather es la última de una larga lista que miente sobre su identidad. En su caso, fingió durante gran parte de su vida ser nativo americano cuando nunca lo fue. Por eso, en Voz Media, nos pusimos en contacto con Frank Furedi. Él es profesor emérito de sociología en la Universidad de Kent y autor de ‘100 años de crisis de identidad: La guerra cultural por la sociedad’, así como de un artículo en el que hace alusión al caso de Littlefeather. Toda una autoridad en la materia.
Sacheen Littlefeather fue expuesta como una falsa nativa americana. A lo largo de los años hemos visto a muchas personas que mienten sobre su identidad. ¿Está este fenómeno creciendo?
Creo que hay muchos casos. Por ejemplo, si lees el libro Don Quijote, escrito hace siglos, él afirma que es un caballero de una antigua era. A veces, las personas pretenden ser algo que no son. Pero creo que, con el auge de las políticas sociales en el mundo angloamericano, parece bastante frecuente que la gente pretenda ser algo que no es. O, que las personas que no se sienten felices con quienes son asuman una identidad que no es la suya.
Cambiar de identidad para obtener ventajas
Entonces, ¿cree que el no sentirse a gusto con quienes son podría ser la razón que los lleve a adoptar otra identidad o podía haber más razones detrás de esto?
Hay muchas razones. Creo que hay una especie de gente que está alienada de sí misma. Y también hay muchos que saben que si, por ejemplo, adoptan la identidad de un grupo popular, pueden tener un sentimiento de pertenecer a un estatus moral; un estatus del que se beneficiaría. Por eso, por ejemplo, tienes a gente blanca que se hace pasar por nativo americano. Porque con eso tienen cierta ventaja; cierto estatus moral. Creen que representan el sufrimiento de un pueblo y, por tanto, deben tener reconocimiento.
Algunos lo llaman el ‘síndrome del impostor racial’. ¿Es realmente un síndrome, o está impulsado por determinadas ideologías?
Es una combinación de ambos. Creo que se debe a una desorientación psicológica que afecta a muchas personas. Sin embargo, en algunos casos, es simplemente ser un impostor. Usarlo básicamente para tu ventaja. Así que considero que la combinación de ambos podría ser la explicación de este fenómeno.
Este ‘síndrome del impostor racial’ o la combinación entre el síndrome y la ideología, como nos explicabas, ¿es ahora más frecuente porque vivimos en un mundo en el que necesitamos tener representación de cuántas más razas mejor?
No creo que sea una necesidad. Creo que, básicamente, se debe a los principios que rigen ahora el mundo. Se debe a un hecho por el que, de alguna manera, sentimos que tener una identidad particular no nos conviene o que no tiene mucha presencia moral en la sociedad. Así que, básicamente, tratas de vivir una vida diferente porque te hará sentir mejor. Te hará estar en un sitio en el que apruebas tu posición. Es muy, muy común ahora: ser alentado por la gente.
Por ejemplo, hace unos años escribí un libro sobre toda la explosión de la transexualidad y los problemas que trae. Donde se alienta a los niños a pensar que son niñas y a las niñas a creer que son niños. Creo que también es representativo de la sociedad de hoy: donde todos estos jóvenes que esperan o quieren más creen que pertenecer al sexo opuesto les hará más felices. Y no. Es lo que son.
No vales por lo que haces, sino por tu raza
Rachel Dolozel es otro caso parecido al de Sacheen Littlefeather. Ella se considera una mujer de raza negra, pero en realidad sus padres son de raza blanca. ¿Qué cree que le pasó?
Creo que hay muchos casos de personas de raza blanca que se identificaron como nativos americanos. Y, ¿sabes? En los viejos tiempos, cuando el racismo era muy fuerte, muchas personas de raza negra pretendían ser blancos. Pero ahora es justo lo contrario. Es todo lo opuesto. Las personas blancas pretenden ser negras. No sé, es una situación muy confusa.
Como sociedad, ¿cómo deberíamos combatir esta tendencia?
Creo que esta tendencia es poderosa. Y va a ser aún más fuerte porque nos centramos en la importancia de la identidad. Pero de forma errónea. En la forma ritual: nos centramos más en lo que hacen o lo que logran o el trabajo que ejercen. Así, lo importante no es que seas médico, enfermero o fontanero, sino que seas blanco, o negro o chino… Tu biología y tu raza son más importantes que lo que haces por ti mismo. Lo que hacemos como personas no es tan importante. Tenemos que envolverlo en las cualidades biológicas que tenemos. Esto es lo que tenemos que evitar.
