Más de 150 investigadores contratados para el Ejército y el Departamento de Energía trabajan ahora para el régimen comunista chino

Según un informe de Strider, este hecho "potencia la amenaza de China a la seguridad nacional estadounidense".

China está intensificando su influencia en Estados Unidos y en empresas e instituciones norteamericanas y espiarle de cualquier manera: desde grandes empresas tecnológicas como Twitter o Facebook a instituciones públicas como el Congreso, el Ejército o la Reserva Federal. El régimen comunista de Pekín también mostró interés en los principales partidos e, incluso, en la agricultura estadounidense o en las fuerzas de seguridad, abriendo una comisaría en Nueva York.

Eso sí, las evidencias muestran que la familia Biden creó un vínculo con una empresa china, e incluso Hunter Biden mostró su felicidad por colaborar y hacer negocios con el Partido Comunista Chino (PCCh). Ahora se abre un nuevo capítulo sobre China y su interés en influir en Estados Unidos y ser la mayor potencia mundial.

Según un informe de la empresa de desarrollo de software Strider al que tuvo acceso NBC News, más de 150 investigadores de origen chino que habían sido contratados por el gobierno federal ahora trabajan en laboratorios militares del régimen comunista chino. Pese a que estos trabajadores puedan disponer de información privilegiada, el Departamento de Energía (DoE, por sus siglas en inglés) consideró que "la colaboración internacional es fundamental para sus esfuerzos" y afirmó que "trabaja duro para proteger la tecnología crítica de defensa".

Strider señala en su informe que muchos de los investigadores trabajaron en proyectos financiados por el gobierno federal en el Laboratorio Nacional de Los Álamos en los últimos veinte años. Ahora, exploran nuevas técnicas y armamento militar como "misiles hipersónicos, ojivas y submarinos silenciosos" para el régimen comunista de Pekín. Cabe destacar que el Laboratorio Nacional de Los Álamos sirvió para coordinar el diseño de las bombas atómicas dentro del Proyecto Manhattan en la Segunda Guerra Mundial. Según el informe, este vínculo entre el laboratorio y el PCCh está "potenciando la amenaza de China a la seguridad nacional estadounidense".

De cobrar 20 millones de dólares a unirse a un programa del PCC

Uno de los investigadores que trabajó en Los Álamos fue Zhao Yusheng, quien cobró más de 20 millones de dólares de los contribuyentes para fines de investigación. Además, el DoE le concedió la autorización de máximo secreto "nivel Q" con el que desarrolló bombas subterráneas.

Años después, en 2016, el Partido Comunista Chino reclutó a Zhao para un programa de talentos que realizan investigaciones militares. Aparte, Xi Jinping le nombró vicepresidente de la Universidad de Ciencia y Tecnología del Sur de China. Con este tipo de programas, el régimen comunista de Pekín paga contratos millonarios a investigadores chinos que trabajan en el extranjero para que, con sus conocimientos y experiencia, refuercen su armamento militar.

"Ejército de clase mundial"

El Partido Comunista de China reeligió a Xi Jinping como su secretario general hace unos días. De este modo, se convierte en el primer líder en mantenerse en el poder durante más de dos mandatos desde Mao Zedong.

El primer objetivo de Xi tras renovar su liderazgo al frente del PCCh es que China disponga de un "ejército de clase mundial". Para ello, gasta y contrata a investigadores que logren el avance armamentístico que tanto ansía y lograr la "autosuficiencia":

China acelerará los esfuerzos para lograr una mayor autosuficiencia en ciencia y tecnología. Trabajaremos más rápido para modernizar la teoría militar, el personal y las armas. Mejoraremos las capacidades estratégicas del ejército para mejorar nuestra capacidad de victoria.