Con Trump y Milei como puntos de partida, referentes de la libertad se reunieron en Argentina para discutir el futuro de Occidente

“El Faro de Occidente: Encuentro por la Libertad”, esa fue la propuesta organizada por la Fundación Faro (Argentina) y el Centro de Derechos Fundamentales (Hungría) en la Ciudad de Buenos Aires, donde VOZ estuvo presente. Bajo esta consigna, los think tanks reunieron a un interesante abanico de expositores, quienes llegaron desde varios países para intentar darle forma al contexto global y analizar el futuro de Occidente bajo filtro de las ideas de la libertad. 

La sede elegida fue el coqueto Yacht Club, ubicado en el barrio de Puerto Madero. Entre conversaciones indistintas, bebidas circulando y una música que podría haber estado más baja, los asistentes se preparaban para la conferencia con fecha de inicio a las 6 de la tarde, hora local.

Cuando todos tomaron sus asientos, el encargado de dar la bienvenida fue Adrián Ravier, el director académico de la Fundación Faro, quien remarcó que el objetivo del evento no era otro que generar “conocimiento útil” para ser aplicado en la batalla de ideas.

La segunda bienvenida estuvo a cargo de Vajk Vargas, director de la oficina de Madrid del Centro de Derechos Fundamentales. Comenzó destacando el trabajo del presidente Javier Milei, asegurando que los ojos del mundo están ahora puestos en Argentina. “Está rescatando el corazón y el alma de su país. Solo un presidente fuerte y una persona de fe puede defender los valores fundamentales”, sumó.

A su vez, se mostró optimista sobre el escenario mundial, asegurando que “los vientos de la libertad y del patriotismo vuelven a soplar sobre el mundo occidental”.

Un análisis de Trump, Milei y la batalla cultural

El primer panel de la jornada comenzó con la moderación de Mariano Pérez, periodista y creador del canal de Youtube Breaking Point, quien hizo subir al escenario a Andrés Martínez Fernández, analista senior para América Latina de Heritage Foundation; Nicolás Promanzio; especialista en defensa y analista político; y Francesco Giubilei, autor y presidente de la Fundación Tatarella.

Rompiendo el silencio, Martínez Fernández analizó los primeros 100 días de la segunda Administración Trump y marcó una diferencia fundamental con la primera: “Ahora conoce Washington y tiene un equipo que verdaderamente apoya su agenda”.

Destacó también los esfuerzos del presidente republicano por combatir la burocracia dentro del Gobierno Federal. “La burocracia permanente está preparada para resistir los procesos de cambio. No tenemos que tener vergüenza al implementar una agenda que fue respaldada por los ciudadanos”, sumó.

Promanzio focalizó su análisis en la Argentina y en el cambio de rumbo que supuso la llegada al poder de Milei.

El analista remarcó que, además de las medidas implementadas, el presidente libertario jugó un papel fundamental en la batalla de las ideas, puesto que, durante sus campañas al Congreso y a la Casa Rosada, “le hizo entender a la gente que la batalla cultural había que darla”.

Giubilei tomó y desarrolló puntos de las exposiciones anteriores. Continuó la línea de Promanzio y afirmó que no se puede “ganar la batalla política sin ganar la batalla cultural”, recomendándole a los presentes que lean las obras completas de Antonio Gramsci, fundador del Partido Comunista Italiano, quien desarrolló el concepto de “hegemonía”.

Por otro lado, insistió en que, el problema de muchas fuerzas conservadoras cuando llegan el poder es que hay mucha “gente ideológica dentro del Gobierno”, que trabaja para socavar las reformas desde adentro.

“Hay que recuperar el hemisferio”

Del segundo panel participaron Eduardo Cader; director del área internacional de la Fundación Disenso y de Foro Madrid; Francisco Faig; autor y asesor de la Fundación FREE; y el propio Vajk Vargas, director de la oficina de Madrid del Centro de Derechos Fundamentales.

Cader se centró en rol del Foro de Sao Pablo, organización que “desde hace 30 años ha estado minando nuestras democracias y atentando contra las libertades individuales” en Latinoamérica.

Subrayó el debilitamiento de sus líderes a lo largo de los años, a excepción del actual presidente de Brasil, Lula da Silva: “El resto de sus figuras hoy son, en palabras de nuestra querida amiga argentina Karina Mariani, ‘títeres, dementes o convictos’. Basta con ver la lista de quiénes son sus miembros, esto está en la web del Foro”.

“En definitiva, nosotros tenemos que hacer falta de una alternativa democrática, un bloque transatlántico de libertad que configure un nuevo régimen que incluya a Milei a Santiago Abascal, al primer ministro (Viktor) Orban, a la primera ministra (Giorgia) Meloni, y a otros líderes naturales también en Brasil, Uruguay y Paraguay. Hay que volver a recuperar el hemisferio para que no tengamos más personas bajo el rumbo del totalitarismo y de los proyectos liberticidas que representan el rumbo de la internacional socialista”, sumó Cader.

Además de destacar el trabajo de la Fundación FREE para vincular al mundo conservador de Estados Unidos y Europa con el Río de la Plata, Faig elogió el trabajo del presidente Milei y recordó el histórico rol de la Argentina en la región.

“Argentina es, históricamente, el país más importante de Sudamérica. Es decir, capital del Virreinato de la Plata, capital de Buenos Aires, pero también quinta potencia en el mundo en 1945 a la salida de la Segunda Guerra Mundial”, explicó.

“También es un país que sigue siendo, de recepción de tantos inmigrantes europeos y de la región, hoy en día también, y que era el lugar en donde soñar y poder salir adelante con libertad, con respecto a la propiedad privada, con un camino propio. (…) Esa es la gran promesa que está atrás del proyecto de Milei cuando habla de (Juan Bautista) Alberdi”, agregó Faig. 

"Las ideas de la libertad conectan con lo más formidable del espíritu humano"

Las palabras de cierre fueron pronunciadas por Axel Kaiser, popular autor chileno y subdirector académico de la Fundación Faro. 

El también conferencista eligió un tono más esperanzador para finalizar el evento, enfatizando en la necesidad de fomentar el debate público, difundir las ideas de la libertad y "defenderlas frente a quien sea". 

"Las ideas de la libertad deben estar primero porque conectan con lo más sano y formidable que tiene el espíritu humano, que es nuestra capacidad de soñar, con que podemos ser los arquitectos de nuestro propio destino", concluyó Kaiser.