China amenaza a Taiwán y a sus aliados con "usar la fuerza"

La última declaración pronunciada por el régimen comunista de Xi Jinping no ha hecho más que acrecentar las tensiones en la región. El Ministerio de Defensa chino afirmó que podría terminar recurriendo al "uso de la fuerza" contra Taiwán si su Gobierno continúa desplegando unidades militares en las aguas que separan a ambos países.

"No prometemos renunciar al uso de la fuerza contra las actividades separatistas en favor de la independencia de Taiwán y contra la injerencia exterior", dijo Wu Qian, portavoz del Ministerio de Defensa de China, en declaraciones recogidas por el Daily Mail.

Al margen de estas palabras, Wu minimizó la repercusión que causó el ensayo militar con fuego real -calificándolo de "exageración"- que llevó a cabo el Ejército Popular de Liberación (EPL) hace unos días en el mar de Tasmania. Unos simulacros que provocaron el desvío de la ruta de vuelo de varios aviones comerciales con pasajeros a bordo y los reproches de los Gobiernos de Australia y Nueva Zelanda.

Esta no es la primera amenaza que vierte Pekín sobre Taipéi y sus aliados. En diciembre de 2024, Zhang Xiaogang, otro de los portavoces del Ministerio de Defensa de China, aseguró que si Taiwán pusiese en riesgo la soberanía nacional y la integridad territorial de su país, el régimen comunista reforzaría el EPL y respondería "aplastando" cualquier intento separatista.

Tras esta advertencia, Taiwán tomó la decisión de llevar a cabo su primer simulacro de guerra para preparar tanto a sus autoridades como a la población civil.

En los últimos días, varios episodios sucedieron en torno a la disputa -todavía, no bélica- entre China y Taiwán. Taipéi movilizó a su Armada y a su Fuerza Aérea tras los entrenamientos militares con fuego real que realizó el régimen comunista en el mar de Tasmania y tras avistar numerosos aviones de combate y buques armados chinos cerca de sus costas.

Además, la Guardia Costera de Taiwán arrestó a la tripulación china de un barco togolés al que acusó de cortar intencionadamente un cable submarino de fibra óptica propiedad de Taipéi.