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Dos sospechosos se esconden en los túneles del metro de Bruselas después de abrir fuego en una estación

Las autoridades policiales de Bélgica lanzaron una operación de búsqueda y captura para dar con los culpables del tiroteo. La red de metro se ve interrumpida en casi la totalidad de las líneas. 

Policía belga registra el metro tras un tiroteo

Policía belga registra el metro tras un tiroteoAFP

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Caos en la red de metro de la ciudad de Bruselas, capital de Bélgica, después de que dos hombres abrieron fuego con rifles de asalto en una estación. La capital europea es el escenario de un fuerte despliegue policial para dar con los sospechosos, que han huido por los túneles del metro. 

El tiroteo tuvo lugar temprano por la mañana, sobre las 6h00 hora local, en la estación Clémenceau de Bruselas. Varias líneas del transporte público subterráneo se encuentran cortadas y sin actividad desde entonces. 

"Los sospechosos huyeron hacia la estación de metro y es posible que aún se encuentren en el túnel entre las estaciones de Clemenceau y Bruxelles-Midi", declararon las autoridades belgas. "La Policía de Bruselas-Midi y la Policía Federal Ferroviaria están llevando a cabo una búsqueda en la zona. No hubo heridos como consecuencia del tiroteo".

De acuerdo con la prensa local, en el tiroteo se usaron armas de tipo AK-47. Dicha información concuerda con las imágenes de las cámaras de seguridad del metro que circulan por las redes. En ellas se ve como dos individuos portan rifles y van vestidos con ropa deportiva y capucha. 

La Policía espera dar con los culpables gracias a una unidad canina que ha desplegado en los túneles. De lo contrario, tendrá que abortar la búsqueda para reanudar el tráfico de trenes. 

Bruselas, que alberga diferentes sedes de la Unión Europea, también es el escenario de una creciente sector del crimen organizado, lo que provoca una inseguridad cada vez mayor en las calles. Alimentada por la inmigración, varios zonas suburbanas como Molebeek se han convertido en lugares difíciles de controlar para la Policía. 

Con esto, la capital belga se ha convertido en un campo de batalla para las diversas organizaciones dedicadas al tráfico de droga y que luchan entre sí por influencia. A ello se añaden los atentados islamistas que en los últimos 10 años se cuenta por ocho con víctimas mortales. 

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