El condado de Holmes, epicentro de la crisis de obesidad en EEUU
Holmes, a pesar de su suelo fértil y su economía agrícola, es un “desierto alimentario”. Los supermercados son escasos, y los pocos disponibles, a menudo tienen estantes vacíos de frutas y verduras frescas.

Una persona obesa comiendo una hamburguesa
En el condado de Holmes, Mississippi, la tasa de obesidad alcanza un alarmante 53,2 %, la más alta de Estados Unidos, según el Censo de Salud de 2023, de los CDC.
Este condado rural, situado en el fértil Delta del Mississippi, es un microcosmos de los desafíos que enfrenta la Administración Trump en su lucha contra una crisis de obesidad que afecta la salud nacional.
Mientras Robert F. Kennedy Jr., designado secretario de Salud por el presidente Donald Trump, declara una guerra contra los alimentos ultraprocesados y la industria de comida rápida, los residentes de Holmes enfrentan barreras estructurales para acceder a una alimentación saludable.
Clyde Anderson, de 54 años, es un reflejo de esta realidad. Tras un infarto en 2020 que requirió un bypass cuádruple, abandonó la comida rápida y perdió peso, según reseña The Telegraph.
Sin embargo, no todos en Holmes tienen la misma suerte. “Tengo compañeros que murieron de diabetes y ataques cardíacos a los 30”, cuenta Roneda Lowe, de 42 años.
La obesidad, definida por un índice de masa corporal (IMC) de 30 o más, afecta a dos de cada cinco adultos en EEUU, con Holmes a la cabeza de esta crisis.
Un desierto alimentario
El condado, a pesar de su suelo fértil y su economía agrícola, es un “desierto alimentario”. Los supermercados son escasos, y los pocos disponibles, como el Dollar General en Tchula, a menudo tienen estantes vacíos de frutas y verduras frescas.
El supermercado más cercano está a 19 km, en Lexington, y los alimentos frescos disponibles suelen ser caros o de baja calidad. “Le das un mordisco a una manzana y sabe a cera”, dice Tom Collins, de la Asociación Cooperativa de Agricultores de Mileston.
La falta de transporte público y de infraestructura para el ejercicio agrava el problema en una región donde el ingreso familiar promedio es de apenas $29.434, el más bajo entre condados con más de 10.000 habitantes, según reseña el medio.
La cruzada de Kennedy y Trump contra los ultraprocesados
Robert F. Kennedy Jr. ha puesto el foco en los alimentos ultraprocesados (UPF), que representan casi el 70% de las calorías consumidas por los niños estadounidenses.
En su informe Make America Healthy Again (MAHA), Kennedy califica a los UPF como “perjudiciales” y los vincula al aumento de obesidad y trastornos mentales. “La industria está ganando dinero manteniéndonos enfermos”, afirmó en abril.
Su plan incluye reformar el Programa de Asistencia Nutricional Suplementaria (SNAP) para excluir alimentos poco saludables, como bebidas azucaradas, que representan el 9,3 % del gasto de los beneficiarios. También propone eliminar colorantes sintéticos y cerrar lagunas legales que permiten a las empresas usar aditivos sin supervisión estricta de la FDA.
Donald Trump ha respaldado esta ofensiva. En la presentación del informe MAHA, declaró: “No nos dejaremos silenciar por los grupos de presión corporativos. No será agradable, pero tenemos que hacerlo”.
.@POTUS reads out the "alarming findings" of the MAHA Commission Report on childhood health:
— Rapid Response 47 (@RapidResponse47) May 22, 2025
- More than 40% of American children have at least one chronic health condition.
- Since the 1970s, rates of childhood cancer have soared by nearly 50%.
- In the 1960s, less than 5% of… pic.twitter.com/U5SvbRkbQh
Kennedy, por su parte, insiste en no prohibir alimentos como hamburguesas o refrescos, sino en informar mejor a los consumidores sobre sus impactos.
Desafíos locales y esperanza en la agricultura regenerativa
En Holmes, la desconexión con la comida saludable es evidente. “Crecí con Pop-Tarts”, no como su madre, que tenía huertos familiares, dice Lowe. La comida rápida y los UPF, baratos y convenientes, dominan las dietas locales. Dennis Horton, dueño de un restaurante en Goodman, intentó ofrecer comidas con verduras, pero la demanda por opciones más baratas, como hamburguesas, lo obligó a cambiar su menú. “A la gente le gusta comer barato”, explica.
Aun así, hay esfuerzos locales por cambiar esta realidad.
Calvin Head, de 63 años, lidera una granja hidropónica en una escuela abandonada, con planes de cultivar microvegetales y fresas. Su cooperativa busca educar a los jóvenes y promover la agricultura regenerativa, pero depende de fondos para avanzar. “Vivimos rodeados de cultivos como maíz y soja, pero eso no te da alimento”, dice Collins.
La cruzada de Robert F. Kennedy Jr. y el respaldo de Donald Trump para combatir la crisis de obesidad marcan un paso audaz hacia la dirección correcta.
Al desafiar a la industria de los alimentos ultraprocesados y promover políticas que prioricen la nutrición, como la reforma del programa SNAP y la regulación de aditivos, están abordando las raíces de un problema que afecta a comunidades como el condado de Holmes.
Aunque aún enfrentan obstáculos, su compromiso con informar y ayudar a los estadounidenses para tomar decisiones más saludables ofrece esperanza para un futuro donde la salud mejore.
Informe MAHA y un llamado a la acción:
La comisión, que cuenta con líderes como Lee Zeldin (EPA), Brooke Rollins (USDA) y Doug Collins (Departamento de Asuntos de Veteranos), propone un cambio hacia un sistema de salud proactivo que priorice la prevención y el bienestar.
"Tras un siglo de enfoques costosos e ineficaces, el gobierno federal liderará una transformación coordinada de nuestros sistemas alimentario, sanitario y científico", concluye el informe, destacando la urgencia de abordar estas tendencias para garantizar un futuro más saludable para los niños estadounidenses y la Seguridad Nacional.