¿Se está volviendo peligroso volar en Estados Unidos?
Algunos han planteado la posibilidad de que las políticas progresistas inclusivas, como las iniciativas de diversidad en la contratación, puedan estar influyendo en los accidentes aéreos.

Un avión de American Airlines
En los últimos meses de 2025, una serie de incidentes aéreos en Estados Unidos ha encendido las alarmas sobre la seguridad de la aviación en el país. Desde colisiones mortales hasta accidentes en pistas, parece que volar se está volviendo más peligroso. Algunos han planteado la posibilidad de que las políticas progresistas inclusivas, como las iniciativas de diversidad en la contratación, puedan estar influyendo en estos incidentes.
Una serie de incidentes preocupantes
El año 2025 comenzó con un trágico suceso que marcó la pauta para la preocupación pública. El 29 de enero, un avión de American Airlines colisionó en el aire con un helicóptero militar UH-60 Black Hawk cerca del Aeropuerto Nacional Reagan en Washington, D.C. El accidente, que dejó 67 muertos, fue el más mortal en suelo estadounidense en casi dos décadas.
Apenas dos días después, un avión médico se estrelló en un barrio residencial de Filadelfia, cobrándose siete vidas. El 6 de febrero, un Cessna 208 Caravan operado por Bering Air desapareció en Alaska, y los restos encontrados al día siguiente confirmaron la muerte de sus 10 ocupantes. El 17 de febrero, un vuelo de Delta Air Lines se volcó al aterrizar en el Aeropuerto Internacional de Toronto, dejando 21 heridos pero, afortunadamente, sin víctimas mortales.
Más recientemente, un incidente notable tuvo lugar el 12 de abril de 2025, cuando un Cessna 208 Caravan operado por una compañía regional en Alaska se estrelló poco después del despegue cerca de Anchorage, cobrando la vida de sus 8 ocupantes. Según la Junta Nacional de Seguridad en el Transporte (NTSB, por sus siglas en inglés), las investigaciones preliminares apuntan a un fallo mecánico, aunque las condiciones climáticas adversas también están siendo evaluadas. Este accidente se sumó a la inquietud pública, especialmente tras un incidente en pista el 3 de abril de 2025, cuando dos aviones comerciales, uno de Delta Air Lines y otro de Southwest Airlines, se rozaron en el Aeropuerto Internacional de Dallas-Fort Worth. No hubo heridos, pero el evento generó críticas sobre la gestión del tráfico en aeropuertos congestionados.
Entre los más destacados en 2024 se encuentra el accidente del 8 de enero de ese año, cuando un Boeing 737-9 MAX de Alaska Airlines realizó un aterrizaje de emergencia en Portland, Oregón, tras perder una ventana y una puerta de emergencia en pleno vuelo. Aunque no hubo víctimas fatales, el incidente, que involucró a 171 pasajeros y 6 tripulantes, llevó a la inmovilización temporal de 171 aviones de este modelo por parte de la Administración Federal de Aviación (FAA, por sus siglas en inglés) para inspecciones de seguridad.
Otro suceso significativo ocurrió el 7 de marzo de 2024, cuando un Boeing 777-200 de United Airlines, que volaba de San Francisco a Japón, perdió una rueda durante el despegue, dañando varios autos en un estacionamiento. El avión, con 249 personas a bordo, aterrizó sin incidentes en Los Ángeles, pero el evento resaltó preocupaciones sobre el mantenimiento de aeronaves. Ese mismo mes, el 15 de marzo de 2024, un vuelo de United Airlines con destino a Fort Myers, Florida, reportó un incendio en un motor poco después de despegar de Houston, obligando a un aterrizaje de emergencia con 167 pasajeros a bordo.
Estos incidentes, junto con otros menores como colisiones en pistas y fallos mecánicos, han generado una percepción de inseguridad.
Según la NTSB, entre enero de 2024 y abril de 2025 se registraron aproximadamente 200 incidentes aéreos en Estados Unidos, una cifra ligeramente inferior a los 220 reportados en el mismo período de 2022-2023. Sin embargo, el número de víctimas fatales, que alcanzó las 127 en este período, ha sido significativamente mayor que las 45 registradas en el año anterior.
Factores detrás de los incidentes
Los expertos han señalado múltiples factores que podrían estar contribuyendo a esta serie de incidentes. Uno de los más mencionados es la escasez de controladores de tráfico aéreo. Según la FAA, en septiembre de 2023, sólo el 70% de los objetivos de personal en las torres de control estaban cubiertos por controladores certificados, y esta cifra apenas alcanzaba el 79% incluyendo a los controladores en formación.
Esta situación ha generado preocupaciones sobre la fatiga y la carga de trabajo, especialmente en aeropuertos concurridos como Newark, donde los controladores han denunciado públicamente condiciones "inseguras".

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Otro factor es el envejecimiento de las infraestructuras y los sistemas de control de tráfico aéreo. El presidente Donald Trump ha calificado el sistema actual como "obsoleto" y ha prometido modernizarlo, una postura respaldada por algunos expertos que argumentan que la tecnología de seguimiento y comunicación necesita una actualización urgente.
Además, el aumento en el volumen de vuelos y la presión post-pandemia sobre la industria aérea han sido señalados como desafíos. La demanda de viajes ha crecido significativamente, pero la recuperación de personal y recursos no ha sido proporcional, lo que podría estar generando errores humanos y fallos en la coordinación.
¿Influyen las políticas progresistas?
Un tema que ha surgido en algunos debates públicos es si las políticas progresistas inclusivas, particularmente las iniciativas de diversidad, equidad e inclusión (DEI) en la contratación de personal aeronáutico, podrían estar afectando la seguridad aérea. Estas políticas, adoptadas por varias aerolíneas y la FAA en los últimos años, buscan aumentar la representación de mujeres y minorías, en roles técnicos, incluidos pilotos y controladores de tráfico aéreo.
Críticos de estas iniciativas han argumentado que priorizar la diversidad sobre las calificaciones podría llevar a la contratación de personal menos capacitado.
Un estudio de la FAA de 2024 mostró que los programas de diversidad han incrementado la participación de mujeres (de 5% a 7% entre pilotos) y minorías (de 12% a 15% en controladores aéreos).
Trump contra las políticas DEI
Tras asumir su segundo mandato el 20 de enero de 2025, el presidente Donald Trump ha priorizado la eliminación de programas DEI en el Gobierno federal y ha alentado al sector privado, incluidas las aerolíneas, a seguir este camino.
Su Administración considera que las políticas DEI son discriminatorias y contrarias al mérito, argumentando que favorecen a ciertos grupos por raza, género u otras características en detrimento de la competencia y la seguridad. Estas acciones han tenido un impacto directo en la aviación, tanto en la FAA como en las aerolíneas, debido a la regulación federal del sector y la presión pública.
Al principio de su segundo mandato, el 21 de enero de 2025, Trump firmó una orden ejecutiva que ordena la eliminación de todos los programas DEI en el Gobierno federal, incluyendo la FAA. Esta orden revoca políticas de la Administración Biden, como la Orden Ejecutiva 13583 (firmada en 2011 por el entonces presidente Barack Obama) que promovía la diversidad en la fuerza laboral federal. En su lugar, exige un enfoque basado únicamente en mérito, habilidades y rendimiento.
Un día después, Trump emitió un memorando presidencial, que ordena al secretario de Transporte y al administrador de la FAA, entre otras cosas, terminar de inmediato los programas de contratación DEI de la Administración Biden; revisar el desempeño de los empleados de la FAA en puestos críticos de seguridad (como controladores de tráfico aéreo) y reemplazar a aquellos que no demuestren "capacidad adecuada" por individuos de "alta capacidad"; y volver a un modelo de contratación no discriminatorio y basado en el mérito.
Las acciones de Trump han influido en las aerolíneas, que dependen de la regulación de la FAA y enfrentan escrutinio público. Además, la presión legal de grupos como America First Legal (AFL), combinada con el clima político, llevó a aerolíneas como American Airlines, United Airlines y JetBlue, entre otras, a eliminar o reducir sus políticas DEI en 2024-2025.
¿Cuán peligroso es volar?
A pesar de todo, los expertos insisten en que la aviación sigue siendo uno de los medios de transporte más seguros. Según la FAA, en Estados Unidos se realizan aproximadamente 45.000 vuelos diarios, transportando a cerca de 2.9 millones de pasajeros. Las probabilidades de un accidente fatal son de 1 en 13.7 millones, según un estudio del MIT, en contraste con una probabilidad de 1 en 95 de morir en un accidente automovilístico, según el National Safety Council.
Cada accidente es investigado exhaustivamente por las autoridades, y las lecciones aprendidas se implementan para prevenir futuros incidentes.
Medidas para reforzar la seguridad
Las autoridades y la industria aérea están tomando medidas para abordar las preocupaciones. La FAA ha encargado revisiones de seguridad del sistema nacional de espacio aéreo, y se espera que el plan de modernización prometido por la Administración Trump aborde las deficiencias tecnológicas. Además, se están implementando programas para reclutar y capacitar más controladores aéreos, aunque la certificación completa puede tomar años.